Kawasaki ha confirmado que declara que en su plan director se contempla la neutralidad de emisiones de carbono, con objeto de lograr una gama de vehículos con cero emisiones de CO2, por lo que la marca estará obligada a renovar la gama y a lanzar una serie de nuevos modelos que incluyen motos híbridas -con motor de explosión y eléctrico-, eléctricas y con propulsor de hidrógeno.
La fecha de este compromiso asumido por la marca es para 2025, indicando que la gama de modelos eléctricos será de 10 modelos completamente nuevos, ya que, cabe destacar que, aún no tienen ninguno en la gama actual.
Hidrógeno
Las Kawasaki dotadas de compresor volumétrico usarán hidrógeno como combustible. O sea, que ello significa que entre 2022 y 2025 deberán presentar entre dos y tres nuevos modelos eléctricos cada año.
Pero esto no es todo, ya que van más allá, y declaran que en 2035 la gran mayoría de sus principales modelos serán eléctricos.
En cuanto a motos movidas por hidrógeno dejan bien claro que su presentación será más inmediata, ya que confirmaron que utilizarán el hidrógeno como combustible de un motor de explosión.
Híbrida
El prototipo híbrido, que ha sido objeto de videos “teaser” a principios de este año y del que se han solicitado por parte de la marca múltiples patentes, no está listo para producción. De momento sigue los pasos de otro prototipo, este sí totalmente eléctrico, que la marca japonesa ya mostró en 2019.
La moto híbrida parece utilizar el motor bicilíndrico paralelo de la Ninja 400, junto con un motor eléctrico montado sobre la transmisión y una batería de 48 V ubicada debajo del asiento del conductor.
Kawasaki no ha anunciado ningún detalle técnico, pero las patentes solicitadas por la marca indican que hay una transmisión convencional de varias velocidades. Esto significaría que el motor eléctrico y el motor naftero pueden funcionar de forma independiente o juntos.
Se podría utilizar el motor térmico durante el uso interurbano y el eléctrico en el centro de las ciudades, lo que permitirá emplearlo en zonas de cero emisiones. Una patente presentada en 2020 indicaba que el sistema híbrido podría integrarse con un botón de impulso. Este conferiría la potencia adicional del motor eléctrico cuando sea necesario.
El prototipo híbrido también cuenta con un cambio de marcha operado electrónicamente, junto con embragues automatizados, para permitir la utilización por medio de un botón y también ayudar a suavizar la transición entre las fuentes de impulsión.
El paso inicial para reemplazar la nafta por hidrógeno es el desarrollo de una versión de doble inyección del motor, que combina la de combustible con otra de gas que se va directamente en la cámara de combustión a una presión increíblemente alta. Este motor se mostró en la presentación de la marca en Tokio, junto con el prototipo híbrido y el mismo prototipo eléctrico que se reveló en 2019.
La inyección directa
Ya se sabe que, para convertir un motor naftero en uno de hidrógeno, la inyección directa es vital, ya que la potencia debe agregarse a alta presión después de que el cilindro se haya llenado de aire. Los motores de inducción forzada son más adecuados para el hidrógeno como combustible. Esto hace que el motor H2 sobrealimentado sea un punto de partida ideal.
E proyecto podría conducir a una nueva generación de motocicletas impulsadas por hidrógeno. Éstas seguirían utilizando motores de combustión interna, pero con emisiones mínimas. Y la salida principal del escape sería vapor de agua.
Kawasaki ha revelado un boceto de diseño de una futura motocicleta de hidrógeno, que sin duda se parece mucho a la Ninja H2 SX Sports Tourer.
Todavía existen grandes obstáculos para la adopción del hidrógeno como combustible, como el suministro a las estaciones de servicio, almacenamiento, y desarrollar una forma segura de llenar el tanque de combustible de hidrógeno.
En 2025, la división naval de la empresa tiene la intención de fabricar un enorme motor de hidrógeno para barcos. También está trabajando en proyectos que deberían conducir a aviones a reacción propulsados por hidrógeno en la década de 2030.
