Toyota Motor Co, confirmó una inversión multimillonaria para producir taxis voladores eléctricos, con objetivo de la introducción de medios de transporte aéreo para satisfacer los desplazamientos más rápidos en zonas congestionadas.
En Japón, sede de la automotriz, son conscientes de que la industria está dando pasos hacia ese modelo de futuro con la irrupción de empresas como Airbus SE (junto a Audi), Hyundai, Kitty Hawk, Koncepto Millenya, Terrafugia o Volocopter.
El gigante automotriz ha hecho público un acuerdo de inversión de 394 millones de dólares (algo más de 353 millones de euros) en Joby Aviation, una empresa dedicada al desarrollo de vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) que ya acumula un capital por valor de 720 millones de dólares.
Akio Toyoda (CEO de Toyota) ha calificado este acuerdo como: “Un paso necesario para la consecución de una meta a largo plazo para Toyota. Junto a Joby Aviation podremos revolucionar con este potencial el futuro del transporte y de la vida".
Atracción
Durante las últimas décadas la automotriz japonesa se ha mostrado fuertemente atraída por la innovación en el trasporte, con lazos en el mundo de la conducción autónoma y alternativa. Durante el pasado Consumer Electronic Show, de Las Vegas, la corporación japonesa anunció la creación de un espacio de más de 700.000 metros cuadrados llamado "Woven City", a los pies del monte Fuji; un espacio donde experimentar con sus proyectos de conducción autónoma, hidrógeno y otras innovaciones.
Dentro de este contexto Joby Aviation ha presentado una imagen del que será su prototipo de aeronave, algo así como un drone sobredimensionado para cuatro ocupantes más el piloto, con seis rotores, propulsado únicamente por electricidad y con una autonomía de 240 km por recarga con velocidades punta de hasta 320 km/h. Es decir, no será un vehículo autónomo.
Actualmente Joby Aviation cuenta con 400 empleados y su futuro pasa por incluir el know-how de Toyota a nivel de fabricación, pero ya ha firmado un importante acuerdo previo con Uber, para implantar los taxis voladores, en al menos dos ciudades de Estados Unidos.