Continental, productor de neumáticos de Alemania, indica que el aquaplaning es uno de los fenómenos más peligrosos en la ruta, ya que cuando el vehículo pierde el contacto con el asfalto debido al agua ya no hay nada que hacer salvo esperar a recuperar la adherencia. Esta tecnología de permite detectar el riesgo con antelación y evitarlo.
Para evitar este riesgo y anticiparlo la marca indica que está trabajando en este nuevo diseño para evitar el aquaplaning.

Propósito

La marca indica que este proyecto basa su eficacia en 3 aspectos:

Detección óptica de la capa de agua en el asfalto: empleando las cámaras que ya incorporan muchos vehículos para la visión periférica en las maniobras, el software de Continental interpreta los patrones de las salpicaduras que “ve” la cámara. Cuando éstas son las típicas que suele provocar una cantidad determinada de agua, alerta al conductor.

Detección con sensores en los neumáticos: los propios neumáticos incorporan sensores (denominados eTIS) que analizan las reacciones del neumático al rodar. Cuando la respuesta es la propia de una gran capa de agua, vuelve a alertar al conductor.

Envío y recepción de datos: gracias a la tecnología de los vehículos conectados que ya se empieza a aplicar, el sistema de Continental lanza una alerta de que por donde está pasando el vehículo en ese momento hay riesgo de aquaplaning. Los demás vehículos reciben ese aviso y se anticipan al problema.

El aquaplaning interviene en tres factores: la profundidad del dibujo del neumático, la velocidad del vehículo y la cantidad de agua sobre el asfalto. Si se reduce la profundidad o aumenta la velocidad, el riesgo crece aunque los otros dos factores permanezcan constantes. Por ello, lo más recomendable es que se conozca el estado de los neumáticos del vehículo y se conduzca teniendo en cuenta el desgaste, adecuando la velocidad a las condiciones del vehículo y de la lluvia.