El 90% de los automovilistas que utiliza celular mientras maneja, comete errores en algún momento de la conducción de un vehículo. Manipular un dispositivo móvil mientras se conduce puede no tardar más de cinco segundos; sin embargo, ese breve lapso en el que se dirige la atención para identificar una llamada, seleccionar una canción o abrir un mensaje puede ser suficiente para provocar un accidente mortal.
Accidentes
El número de accidentes por el uso del celular es una tendencia que crece año tras año y las compañías que venden este elemento intentan promover el uso responsable del móvil por parte de los usuarios, como así también impulsan el cambio de toda conducta negativa asociada al uso de la tecnología.
Es por eso que se busca concientizar sobre los riesgos de hablar, mensajear o chatear mientras se conduce.
Se sabe que la atención que demanda la comunicación telefónica, distrae al conductor y la tensión que puede provocar el contenido de la llamada perturba su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras o errores en las acciones, algo que, cabe destacar, no se soluciona con un teléfono “manos libres”. Por ello, la ley de tránsito prohíbe su uso durante la conducción.
Diversos estudios indican que el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, aunque sea manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir; no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor y de la concentración de ese momento.
Reacción
Los informes aseguran que “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”.
Por todo esto la sugerencia es no hablar por celular, ni siquiera en forma “manos libres”, en el momento en que se está conduciendo un vehículo. Si fuera necesario hacerlo, es imprescindible detener la marcha antes de continuar con la comunicación por el celular.