Quedó inaugurado, desde las 10,30 de hoy, el Paseo del Bajo, una de las obras más importantes y ostentosas de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno porteño, que comenzó en enero de 2017, por lo que tardó para esta primera apertura, dos años y cinco meses.
Con cambios durante todo el día, los micros de larga distancia y los camiones empezarán a circular por la nueva autopista subterránea, dejando más lugar a nivel calle para los vehículos.
Según lo prometido desde el Gobierno de la Ciudad, la obra permitirá ahorrar hasta 37 minutos de viaje en el ingreso a la Capital Federal, tardando alrededor de siete minutos para el cruce.
Extensión
La obra de 7,1 km de extensión y 12 carriles corre en paralelo a las avenidas Huergo-Madero y Alicia Moreau de Justo-Antártida Argentina desde la avenida Brasil hasta el norte, donde se incorporará a la autopista Illia, con accesos al Puerto y a la Terminal de Ómnibus de Retiro.
El Tramo B, corresponde a la trinchera semi cubierta subterránea que se extiende por 1,5 kilómetros entre las calles Humberto Primo y Bartolomé Mitre.
La última parte, el Tramo C, es un recorrido de 2,5 kilómetros desde la calle Bartolomé Mitre hasta la avenida Córdoba. Allí se eleva a nivel del terreno para eludir un gigantesco caño cloacal y pluvial que cruza el área. Luego la traza desciende nuevamente, y pasa por debajo de las vías ferroviarias, culmina en el inicio del viaducto norte.
Los extremos del Paseo del Bajo correrán en forma de viaductos y están ubicados en las autopistas Buenos Aires-La Plata y 25 de Mayo hasta la calle Brasil y en la autopista Illia e ingreso al Puerto y la Terminal de Ómnibus de Retiro.
Beneficio
La obra beneficia a más de 134.000 pasajeros diarios: 15.326 conductores de camiones; 28.245 pasajeros de micros de larga distancia y 91.070 vecinos que usan vehículos particulares, afirmaron desde el gobierno porteño.
También confirmaron que se crearán 60.000 m² de nuevos espacios verdes. Nuevas plazas y parques donde los vecinos tendrán más espacios recreativos y deportivos, eliminando las históricas barreras que separaban a Buenos Aires del Río de la Plata.
El Paseo de Bajo contendrá también una nueva red de ciclovías integrada a la actual, que fomentará la recreación y la movilidad sustentable.