Ya habíamos hablado, en la presentación mundial de la última generación del Citroën C5, del cambio total que había realizado la empresa del doble chevron con su auto del segmento de los grandes. Además de actualizarse, había dado una evolución absoluta en el diseño, que si bien sigue siendo señorial y elegante, ahora ofrece un estilo más actual,  deportivo y dinámico.
Por eso, para competir entre la gran variedad de autos de este segmento, en el que prevalecen los alemanes, el nuevo C5, no escapó a la tendencia de vehículos berlina que se impone en este escalón de la industria, y se destaca en un dibujo con un baúl más alto, una cintura mucho más musculosa, un capot más lanzado, perfil tipo cupé con voladizos largos delante y cortos detrás, pasos de rueda bien marcados y líneas más rectas, que en el modelo precedente.
La calidad y confiabilidad de los modelos es otra exigencia de esta rama del mercado. Por esto, la producción del nuevo C5 se realiza en la planta francesa de Rennes, en la que también se fabrica el C6, el modelo insignia de Citroën, del que toma varios elementos mecánicos y electrónicos.

Con una longitud de 4,78 metros (entre ejes de 2,82), dispone de un generoso espacio en el habitáculo para los pasajeros y un baúl, que arranca con una capacidad de 439 litros, que si bien no es grande para el segmento, es funcional ya que, además de tener una gran boca de carga, presenta piso plano y unos ganchos de sujeción para la carga.
Tiene pocos detalles, solo se notan unos sectores, tipo cajas, para colocar objetos pequeños y ofrece la posibilidad de rebatir los asientos traseros de forma asimétrica. El detalles, es que cuando se rebate el asiento, el suelo queda casi plano, lo que brinda gran capacidad y facilidad para llevar objetos largos. Pero, para hacer estas maniobras, hay que avanzar las butacas delanteras, con lo que se pierden algunos centímetros de reglaje, aunque nada grave, ya que no se pierde  tanto espacio para las piernas.
Bajo el piso, hay un compartimiento donde se colocó rueda de auxilio, que es de tamaño normal, con el gato y herramientas, que están perfectamente colocados.
El nuevo Citroën C5, concentra también varios conceptos indispensables para la franja de mercado en la que compite: altas prestaciones, placer de conducción, confort y seguridad.

Motor

En nuestro mercado se ofrecen dos opciones de motor, el desarrollado en conjunto con BMW, que equipa varios vehículos de Citroën, Peugeot y BMW, el naftero de 4 cilindros en línea, 1.6 litros con turbocompresor Twin Scroll (doble entrada), que entrega 156 CV, y el 2 litros HDi de inyección directa y sistema common rail, con filtro de partículas (FAP), que entrega 140 CV de potencia máxima, acoplado a una caja manual de 6 velocidades, que fue con el que tomamos contacto.

Este motor, muy confiable y moderno, está a medio camino entre un deportivo y un familiar. Brinda muy buenas respuestas al acelerador, luego de superar un pequeño vacío, que se nota hasta las 2000 vueltas. Luego el turbo se hace cargo y comienza a entregar la potencia en forma sostenida, por lo que se vuelve bien contundente, sin ser explosivo, entregando la potencia máxima a las 4000 vueltas.

La elasticidad a bajos regímenes es realmente notable y suma muchos puntos al confort de marcha.
En las recuperaciones no hay inconvenientes si estamos en 4ta o 5ta marcha. Hay que recordar que este auto trae caja de sexta, con una relación final no demasiado alargada, por lo que si vamos en la ruta en sexta, conviene bajar un cambio, para recuperar energía y realizar la maniobra de sobrepaso, sin sobresaltos.
En el apartado del consumo, podemos hablar de dos autos diferentes, según por donde circulemos y el uso que le demos. La combinación de ser un auto pesado (unos 1600 kg) y el motor diesel de mediana potencia, no lo ayudan mucho en la ciudad con el tránsito lento, donde no se puede pasar de 3ra o 4ta velocidad. En esta circunstancia, el consumo llega a unos 8,3 litros/100 kilómetros. Si en estas circunstancias, se usa en conducción deportiva, es decir picando en cada semáforo y alargando los cambios, ese consumo sube algo más de un 60%. Todo esto se puede ver fácilmente en la computadora del auto.
Cuando se sale a la ruta o se circula mucho tiempo en autopista, es cuando salen a relucir las virtudes de este correcaminos. Sin mucho esfuerzo, solo el de circular a velocidades legales, se logra un consumo de solo 5 litros/100 kilómetros, ,lo que da una autonomía superior a los 1400 kilómetros, lo que es simplemente, sobresaliente.
Otra de las muy buenas características de este propulsor, es el mínimo nivel sonoro con el que trabaja y la ausencia total de vibraciones. Hay que apurarlo hasta el máximo de su régimen para que se haga audible. Incluso al regular y con el motor frío, desde el interior, apenas se escucha.

Comportamiento

El comportamiento dinámico es otro de las notables ítem de este sedan. Esta versión cuenta con el sistema de suspensión mecánica, de paralelogramos deformables y resortes helicoidales, en ambos trenes, que hace que el camino se sienta  más, que con la Hidractive III, que tiene la versión naftera.
Sin duda, da una sensación de conducir un auto mucho mayor que el anterior, aunque no lo es tanto, pero muestra un aplomo de un vehículo más grande. La efectividad del vehículo es muy buena, entregando una firmeza notable. Cabe recordar que, entre el arsenal tecnológico, la berlina cuenta con control de tracción y estabilidad, lo que facilita y da seguridad en la conducción.
En la ciudad, a pesar de su longitud, se mueve con agilidad y confort. En la ruta (su hábitat natural) muestra todo su valor. Va firme en las rectas y es previsible en las curvas, donde se puede mantener un ritmo muy rápido, ya que exhibe un gran aplomo.
Al exigirlo en las curvas muy cerradas o retomes, se siente el balanceo de la carrocería, pero dobla con firmeza y sin mostrar otros vicios. La dirección es precisa, lo que facilita aún más el dominio del vehículo.
Sin duda, el C5 puede presumir de una notable combinación entre confort y comportamiento.
El interior, con capacidad para 5 pasajeros adultos, es luminoso y confortable. Se destaca la calidad en los materiales, con unas terminaciones impecables y que no dejan lugar a las críticas.
La habitabilidad en las plazas delanteras es inmejorable, las butacas, de muy buena sujeción, tienen regulaciones eléctricas (la del conductor con memorias), por lo que encontrar la mejor posición de manejo, es una tarea muy sencilla, más si tenemos en cuenta la posibilidad de regular, en altura y profundidad, el volante.
Atrás, se complica algo más, porque los espacios para las piernas, es bastante justo, para ocupantes mayores a 1,75 metros.
El volante es de los que tienen el centro fijo, que no gira y donde se encuentran los controles; allí también está la bocina, que me pareció complicada encontrarla durante un imprevisto.
En esa zona se controla la radio, la velocidad crucero y los displays, uno en el centro de la consola, y otro en el cuadro de mandos, que muestra las funciones de la computadora de viaje y lecturas de sistemas. Todo esto, más la correcta posición de los levantavidrios y controles para espejos retrovisores, hace un auto sumamente ergonómico.

Equipamiento

El nivel en el equipamiento de confort y seguridad del auto es realmente soberbio, ya que iguala, y en muchos casos supera, al de los autos de lujo.
Por ejemplo cuenta con climatizador automático bi-zona, espejo central electrocrómico, techo solar eléctrico antipinzamiento, encendido automático de luces y del limpia parabrisas y tapizado de cuero, entre una larga lista de componentes.
El alto arsenal de dispositivos en el escalón de la seguridad deja a las claras por qué obtuvo las 5 estrellas (la máxima puntuación) en las pruebas de Euro-NCAP. Algunos de los elementos destacables son, por ejemplo, que este vehículo adopta, como primicia en la gama Citroën, nuevos sistemas de ayuda a la conducción, como, faros direccionales, la ayuda al estacionamiento, detector de neumáticos desinflados o un limitador voluntario de velocidad. También se destacan los nueve (9) airbags.
Párrafo aparte para los frenos. Cuentan con discos ventilados y sistema ABS en las cuatro ruedas, con ayuda al frenado de urgencia (AFU). Con toda esta tecnología, el auto se detiene en distancias cortas y sin perder la línea, aun con las ruedas pisando distintas superficies. Sobresaliente.
El precio que tiene una muy buena relación con el producto equipamiento, es de $ 212.350. Eso si, los 2 años de garantía sin límite de kilometraje, me parecen cortos en este segmento.
En definitiva, buen gusto, tecnología y altas prestaciones son algunos de los atributos para definir la segunda generación del C5 de Citroën, de reciente presentación en nuestro mercado.
Este sedan de cinco puertas, del segmento de los grandes, es un claro ejemplo del proceso de evolución que la empresa del doble chevron viene realizando: cuenta con los más modernos estándares de tecnología y equipamiento, aspectos que lo ponen a las puertas de un auto premium.