Para muchos de los que manejamos o vamos de acompañante, uno de los grandes inconvenientes, que nunca tiene avisos y que puede aparecer de golpe, son los mareos, esa molesta sensación que hará que el viaje no sea placentero. Hay varias formas de combatir la denominada cinetosis, o mareo por movimiento, que se genera en los distintos medios de transporte (no sólo vehículos, también barco, micros o el avión), y que se genera por una estimulación excesiva de las estructuras internas del oído que regulan el equilibrio y puede provocar palidez, sudor frío, náuseas y vómitos, entre otros malestares. Por lo que para intentar evitarlo, ofrecemos una serie de sugerencias para que el viaje sea más cómodo.
La edad no pesa
No hay una edad para sufrirlo ni un síntoma que anticipe el mal momento, ya que puede aparecer en cualquier circunstancia y en todo tipo de ubicación en el vehículo, aunque es menos previsible que surja para el que está conduciendo, aunque no es imposible.
Una de las mejores medidas de prevención, es viajar siempre que sea posible mirando en el sentido de la marcha, favoreciendo el que ojos y oídos capten el movimiento simultáneamente. Otra de las medidas es intentar fijar la mirada en un objeto lejano, lo que ayuda a disminuir la sensación de mareo.
Conviene no mover la cabeza en exceso y no concentrar la mirada en objetos cercanos, como un libro, el celular o la pantalla del vehículo. Siempre es aconsejable distraer los sentidos, por lo que una conversación o algo de música ayuda a evitar problemas, al igual que Abrir un poco la ventanilla, ya que el aire fresco minimiza la contrariedad.
Paradas
Es importante prever paradas, sobre todo si el viaje es largo y mantenerse hidratado bebiendo poco y con pequeños sorbos. De comida, lo mejor es ingerir patos lo más frugales posible, siendo preferibles alimentos como los frutos secos o galletas.
Para los que sufren los mareos constantes existe la opción de recurrir a los medicamento. Eso sí, siempre debe contar con la supervisión de un médico, que indicará el momento en los que hay que tomarlos, que, por lo general, es unas horas antes del viaje. Seguramente recetará antihistamínicos, de los que tienen dimenhidrinato como principio activo.
Según los pediatras, a los que también hay que consultarles cuando se trate de niños, ya que los medicamentos pueden traer efectos secundarios, las soluciones orales o jarabes pueden ser par niños desde los dos años, pero para los chicles hay que esperar a que tengan 6 años.
Alternativos
Existe una serie de alternativas a los medicamentos tradicionales, si bien es importante aclarar que no se ha probado la eficacia total y algunos pueden desencadenar efectos adversos.
Aceitunas: Estas resecan la boca, evitando así que la saliva pase al estómago, y produzca nausea y vómitos. Su alto contenido en sal, evita también la bajada de tensión que se produce cuando nos mareamos.
Jengibre: se recomienda llevar rodajas finitas de la raíz, como para chuparlas si llegan a comenzar las sensaciones.
Alimentos salados: absorben el exceso de ácidos en el estómago, y eso ayuda a combatir las nauseas y el mareo. Al contener también hidratos de carbono, previenen los vómitos porque tapizan el estómago.
Albaricoques: Es un excelente antiácido, que ayudara a prevenir las nauseas y los vomitos. Si no tienes a mano uno fresco, puedes tomar los famosos orejones (altamente ricos en vitamina C) y con los mismos efectos que los del árbol.
Estas entre otras muchísimas más, que seguramente si le preguntás a la abuela o a tu madre te indicará, asegurándote un efecto maravilloso, como limón, infusiones, semillas y hasta algún traguito de una bebida espirituosa. Por supuesto, hay que alejar de esto a los más chicos. Además, y un consejo, siempre hay que llevar algunas bolsitas de plástico, porque muchas veces, los síntomas no dan tiempo.