Probamos el Renault Kwid, en la versión más equipada de la gama, denominada Iconic, que la marca da a conocer como un “Mini – SUV”, centrándose en el diseño creado para convertirse en el auto de entrada a la gama de la marca del rombo.
Producido, en el complejo Ayrton Senna, de São Jose dos Pinhais, estado de Paraná, Brasil, este vehículo tiene un 80% de piezas de origen regional, mientras que reforzaron la estructura aplicando puntos de soldadura en sectores clave de la carrocería, tales como, por ejemplo, el frente del chasis, los parantes A y B, y el techo.
El Kwid, que llegó al mercado en reemplazo del Clío Mio, adopta recursos estilísticos de los crossovers de la marca, como el Koleos, por ejemplo, este city car, que mide 3680 mm, de largo; 1474, de alto; 1579, de ancho, y 2423, de distancia entre ejes, muestra medidas similares a las de los competidores más cercanos, como el Volkswagen up!, y levemente más grandes que las de Fiat Mobi.
Este vehículo concebido para el circuito urbano, tiene un importante despeje del suelo, de 180 mm, y los ángulos de entrada y salida, de 24° y 40°, respectivamente, beneficiados por voladizos cortos en ambos extremos, lo que en nuestras pruebas, sobraron para pasar, sin ninguna dificultad, ni toques en los bajos, por lomos de burro y algunas cunetas, en nuestro camino.
Otra de las buenas características es la maniobrabilidad de este vehículo, que pesa 786 kilogramos, entregando confiabilidad para la conducción.
Motor
Llega a nuestro mercado con una novedad en materia mecánica, ya que es el primer modelo de la marca en utilizar en la Argentina la nueva familia de motores SCe (Smart Control Efficiency). Se trata de un impulsor naftero de tres cilindros de 999 cm3 con tapa y cadena de distribución, que entrega 66 CV/5500 rpm y un torque 92,18 Nm/4500 vueltas.
Hay que considerar que si bien es económico, este tipo de motores, tiene marcadas vibraciones en ralentí, aunque no son tan notables.
Sin duda el circuito urbano es para lo que está pensado respondiendo muy bien, en las aceleraciones o recuperaciones, aunque para obtener mejores salidas es necesario llevarlo en vueltas, es decir, por encima de 2800 rpm, con la consecuente rumorosidad. Algunas de las mediciones que pudimos realizar fueron las de la aceleración de 0 a 100 km/h, que las logra en alrededor de los 14 segundos y comprobar la velocidad máxima, que llega a los 149 km/h, por lo que está muy similar a la de los rivales de la gama.
El tránsito en ruta, o en autopistas, no son su mejor hábitat, ya que resaltan algunas limitaciones, como la recuperación, ya que para pasar de 80 a 120 km/h (en cuarta) necesita de 20,4 segundos. El consumo es uno de las característica en la que destaca y se hace fuerte, ya recorre, en promedio 6,9 litros/100 km, por lo que sobran los calificativos.
Otro de las bunas funciones es la de la caja manual de cinco marchas, cuya selectora es agradable al tacto y tiene recorridos cortos y precisos; por lo que, en definitiva, aprueba con creces.
Confort y Equipamiento
Otro de los puntos fuertes es el interior, que muestra buena capacidad para llevar cuatro adultos más un menor, con comodidad o un quinto adulto, algo más apretados en el sector posterior, donde no hay inconvenientes para acomodar las piernas y tampoco en la altura.
Nosotros pudimos manejar la versión más equipada, es decir la Iconic, en la que muestra una destacada decoración del habitáculo, sin estridencias, pero con confort, en la que sobresales la generosa pantalla multimedia de 7”, que se ve en el panel central, entregando modernidad.
Es bueno el material de plástico rígido, usado en la plancha central y en los paneles de puertas, que está bien encastrado, con terminaciones agradables y sin ruidos.
El instrumental es sencillo y todos los comandos están al alcance de la mano del conductor. Para criticar es la ubicación de las teclas de los levantavidrios eléctricos delanteros, ya que los de atrás son manuales, que están colocados en la consola central, por lo que hay que sacar la vista del camino para manejarlos.
El volante ofrece buen agarre, no cuenta con comandos, entregando una dirección que cuenta con asistencia eléctrica. Es muy suave (demasiado en ruta) y brinda un muy buen radio de giro. La radio se manipula desde la pantalla central, mientras que la computadora desde un botón en el tablero, entregando buen funcionamiento y facilidad de reconocimiento, por lo que es otro punto a favor.
En el equipo destaca aire acondicionado, equipo de audio con radio AM/FM con Bluetooth, USB, AUX, con conectividad, cierre automático de puertas en rodaje, levanta vidrios delanteros eléctricos, cierre centralizado con comando a distancia, Media Nav 3.0, con pantalla de 7” touchscreen (con eco- coaching & eco-scoring, que monitorea y puntúa al conductor sobre su desempeño al volante), computadora de abordo, cámara de retroceso, cierre centralizado remoto con apertura de baúl, además de la apertura electrónica de baúl con comando en tablero y espejos exteriores eléctricos, entre otros.
El baúl 290 cc de capacidad de carga inicial, con piso plano, es uno de los más generosos del segmento, pudiendo agrandar la capacidad si se rebaten los respaldos de los asientos posteriores. Cabe destacar que la rueda de auxilio es homogénea a las rodantes, algo que siempre preferimos y destacamos.
Comportamiento dinámico
Gracias al sistema de suspensión independiente, delantera tipo McPherson, con triángulos inferiores, amortiguadores hidráulicos telescópicos y resortes helicoidales, y la posterior, de eje rígido, con amortiguadores hidráulicos telescópicos verticales y resortes helicoidales, el auto va firme, sin mostrar movimientos inesperados y entregando buen confort de marcha.
No hay regulación para la columna de dirección, tampoco ajuste de la altura de la butaca para el conductor, aunque, igualmente, la posición de manejo es cómoda y elevada, tipo SUV. Los asientos delanteros tienen el respaldo enterizo, mientras que los pasajeros de atrás contarán con tres apoyacabeza.
El sistema de frenos ABS con EBV, mostró un funcionamiento correcto, deteniendo sin ningún inconveniente a este vehículo de 786 kg en orden de marcha, en distancias cortas.
En el equipo ofrece lo exigido por la ley más algunos componentes que siempre son bienvenidos en la seguridad como airbag conductor y pasajero, con airbags laterales, anclajes Isofix para plazas posteriores, cinturones de seguridad delanteros, ajustables en altura, entre lo más destacado.
Conclusión
En definitiva el totalmente nuevo Renault Kwid, lucha en un segmento que, en la mayoría de los casos representa el primer 0 km, entregando un auto novedoso y de buena capacidad, con buen confort de marcha en ciudad, beneficiado principalmente por un esquema de suspensiones blando y el muy buen despeje, con algunas limitaciones para la ruta, donde se advierten inclinaciones al doblar a altas velocidades.
El precio de la gama Kwid, de cuatro versiones, con valores de 465.700, para el Life; 483.600, el Zen; 506.800, en el Intens, y de 518.700 pesos, para la versión que manejamos, Iconic. Sin duda es una muy buena opción de compra que sugerimos conocer a la hora de recorrer concesionarios.