La noticia es lamentable, ya que he visto en el viaje y me han contado que continúa el descontrol total en las rutas, donde si, lamentablemente reina, el sálvese quien pueda y el que cada uno haga lo que quiera; total, aquí no pasa nada. Siguen circulando los autos desvencijados; siguen sin respetarse las velocidades mínimas y máximas; se siguen violando las leyes de las luces encendidas, el no uso del cinturón de seguridad y el de estacionar donde se quiera, no en lugares permitidos o seguros. ¿Y los controles? Todos nos preguntamos los mismo.
Sentido común
Por eso, ante esta falta de interés de las autoridades para que las medidas destinadas a bajar los accidentes de tránsito se cumplan, y ante los inadaptados al volante de siempre, llamamos a la reflexión para algo que resulta fundamental a la hora de conducir, sobre todo en la hora del regreso luego de estas jornadas de mini vacaciones: el sentido común y la buena actitud. Es lo único que puede hacer la diferencia entre un viaje feliz y otro con graves consecuencias. Por eso, antes de salir, hay que preparar el vehículo a conciencia, haciendo una revisión de todos los fluidos y componentes mecánicos, luces y estado de las cubiertas.
Piense el recorrido hasta su destino elegido como parte de las vacaciones y, sobre todo, respete las leyes de tránsito y no trate de hacérselas respetar a los demás. No se involucre con los necios de siempre; piense que alguna vez las autoridades lo van a parar, aunque sea para preguntarles por qué circulan por la banquina, por ejemplo. Téngalo presente y disfrute del viaje de vuelta.