El último Gran Premio antes de las vacaciones de verano se lleva a cabo en Bélgica, circuito semi permanente Spa-Francorchamps. Siete kilómetros que discurren por carreteras y por los bosques de las Ardenas. La carrera se correrá el próximo domingo, a las 10, horario de la Argentina.
En las Ardenas se compite desde hace más de un siglo; la primera carrera, de motos, tuvo lugar en 1921. El primer Gran Premio de Bélgica se celebró al año siguiente en un circuito de carretera que aprovechaba los tres lados de un triángulo que unía las ciudades de Spa-Francorchamps, Malmedy y Stavelot. Este año, la pista ha sido remodelada y gran parte de ella ha sido repavimentada, lo que será un factor importante a tener en cuenta por los equipos a la hora de preparar el evento, aseguran desde Pirelli, desde donde explican que ya pudimos evaluar el nuevo asfalto, durante las 24 Horas de Spa. Hemos elegido el mismo trío de compuestos P Zero, utilizados durante los dos últimos años: el C2, como blanco duro; el C3, como amarillo medio, y el C4, como rojo blando.
Niveles medios
En términos de estrés sobre los neumáticos, es uno de los circuitos con mayores niveles medios, aunque no alcanza los picos observados en Silverstone y Suzuka. La pista presenta todo tipo de curvas, unidas por secciones muy rápidas, lo que dificulta a los equipos identificar el compromiso aerodinámico ideal. De hecho, no es raro ver coches que son muy fuertes en el primer y tercer sector más rápidos, teniendo problemas en el segundo, más lento, o viceversa. Algunas combinaciones de curvas, por ejemplo Eau Rouge-Raidillon, son muy exigentes y tienen características únicas, en este caso concreto una fuerte compresión que supone un gran estrés tanto para el conductor como para el coche. Normalmente, la degradación en esta pista es principalmente térmica, pero la nueva superficie podría ser un factor decisivo en este aspecto, dado el agarre adicional que ofrecen los neumáticos.
Metereología
Si hay una única sede en el calendario automovilístico, no sólo la F1, donde la meteorología variable puede influir, es ésta. No sólo las condiciones pueden cambiar de un día para otro, sino que también los niveles de agarre pueden ser dramáticamente diferentes en varios puntos de la pista al mismo tiempo, dice la empresa de neumáticos, confirmando que, además, al ser una vuelta tan larga, el más mínimo error a la hora de juzgar el momento adecuado para pasar de neumáticos de seco a neumáticos de lluvia o viceversa puede acarrear una grave penalización en carrera y más aún en clasificación.
El año pasado
El año pasado no llovió durante la carrera, pero sí apareció en los días previos en lo que fue un fin de semana Sprint. El domingo por la tarde, todos los pilotos corrieron con neumáticos lisos, la gran mayoría (13) prefirió el compuesto medio frente a siete que optaron por el blando. Sólo Norris utilizó un juego de neumáticos duros durante una docena de vueltas. De los pilotos que completaron la carrera, la mayoría hizo dos paradas, con las excepciones de Russell, Stroll y Gasly, que dividieron las 44 vueltas casi en partes iguales: el piloto de Mercedes hizo un primer stint de 22 vueltas con el medio antes de cambiar a los blandos, mientras que Stroll hizo 20 con el C3 seguido de 24 con el C4, y el piloto de Alpine hizo sus primeras 23 vueltas con los blandos antes de cambiar al compuesto medio. El inglés y el canadiense consiguieron terminar en los puntos, en sexta y novena plaza respectivamente.
La carrera de este fin de semana es la 68ª edición del Gran Premio de Bélgica como prueba del Campeonato Mundial de Fórmula 1. El piloto más exitoso en esta prueba es Michael Schumacher, con seis victorias, habiendo debutado en Spa en 1991. Hamilton tiene la mayor cantidad de poles con seis y más podios (10). De los constructores, Ferrari lidera la clasificación con 18 victorias, seguido por McLaren con 14 y Lotus con ocho. La Scuderia también encabeza la lista de poles (16) y podios (50).
