Pablo Behrend, Chief Technology Officer de ITR, escribe una columna de opinion, en la que indica que, descubrir cuáles son las consideraciones clave para migrar las soluciones de una empresa a la nube es crítico, y puede tener un fuerte impacto en toda la organización. Es esencial contar con una mirada multidisciplinaria que integre la visión de infraestructura, arquitectura y negocio para no fracasar en la implementación.
La nube, entendida como un conjunto de servicios de software, plataforma y hardware, ha revolucionado la forma en que las empresas gestionan su infraestructura tecnológica. A diferencia del modelo tradicional donde se compraban licencias y se invertía en hardware para sostener el máximo punto de consumo, la nube propone un modelo de contratación elástico y bajo demanda. Esto permite acceder y costear más o menos recursos según las necesidades específicas en cada momento.
Elasticidad
El principal atractivo de la nube es su elasticidad. Este modelo no solo ofrece una significativa ventaja económica al permitir un uso eficiente de los recursos, sino que también transfiere al proveedor de la nube la responsabilidad del mantenimiento, actualización y garantía de disponibilidad, reduciendo así los riesgos asociados. Asimismo, es importante resaltar que los recursos disponibles son prácticamente inagotables.
Además, existen múltiples proveedores de nube, como Google, Amazon y Microsoft, lo que ofrece una variedad de opciones y precios. Sin embargo, es crucial evaluar el impacto de las fluctuaciones de costos, especialmente en países donde las variaciones en las cotizaciones pueden representar un riesgo considerable. Otra ventaja competitiva es la posibilidad de tener redundancia, es decir, duplicar la disponibilidad de las nubes en distintas locaciones (por ejemplo, AWS en Brasil y USA) y además de distintos proveedores como Google y AWS. Si bien esto genera un aumento de costos, ofrece una incalculable tolerancia a fallos.
Velocidad y flexibilidad
Otro aspecto destacable es la velocidad de implementación de las decisiones. Requiere segundos configurar las cuentas en la nube para incrementar o reducir los recursos que se tienen a disposición, incluso se pueden planificar aumentos y disminuciones según la hora del día, la fecha del mes, entre otros factores, proporcionando una gran flexibilidad operativa.
La migración de infraestructura a la nube se realiza en varias capas. Algunas organizaciones optan por trasladar sus soluciones tal cual están y luego las adaptan para aprovechar al máximo los servicios en la nube. En otros casos, es necesario realizar ambos procesos en paralelo. Esta migración debe ser bien planificada para evitar interrupciones y asegurar una transición fluida. Un tema importante a tener en cuenta para hacer la migración son las pruebas, donde se requiere no solo de expertos externos, sino también de recursos propios de la empresa y es necesario hacer una planificación cuidadosa. Otro punto es el tiempo de indisponibilidad de los servicios, siempre se trata de evitar, aunque a veces no es posible y esto puede cambiar con la selección del proveedor de nube por las distintas tecnologías que existen para realizar la migración.
Diseño de soluciones
El diseño de soluciones de software también es un aspecto fundamental en el contexto de la implementación de soluciones en la nube. Tradicionalmente, las aplicaciones se diseñaban como monolitos, es decir, una sola pieza ejecutable. Aunque este enfoque tiene ventajas como la simplicidad en la gestión de instalaciones y versiones, dificulta el aprovechamiento de la elasticidad de la nube. Por ejemplo, en eventos como el Black Friday, es posible que se necesite aumentar significativamente la capacidad del sistema para atender a los clientes, pero no sea necesario incrementar los recursos para los usuarios internos.
El paradigma de los microservicios, por otro lado, transforma la aplicación en múltiples pequeñas aplicaciones con responsabilidades bien definidas y desacopladas entre sí. Esta arquitectura maximiza el modelo de la nube, permitiendo escalar individualmente las aplicaciones según las necesidades específicas. En el ejemplo del Black Friday, se pueden correr muchas instancias de una aplicación de ventas mientras se destinan menos recursos a otras aplicaciones internas.
La implementación de la nube en las empresas no solo implica un cambio tecnológico, sino también un cambio en la forma de pensar y diseñar soluciones. La elasticidad, la velocidad de implementación y la flexibilidad operativa son algunas de las ventajas clave que la nube ofrece. Sin embargo, es crucial considerar todos los factores económicos y operativos para aprovechar al máximo sus beneficios y minimizar los riesgos.