La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en el mercado laboral ha generado inquietudes respecto a su impacto en la empleabilidad, dicen desde de ManpowerGroup, explicando que, de acuerdo con nuestro informe "La Era de la Adaptabilidad", lejos de ser una amenaza, este tipo de tecnología tiene el potencial de crear más puestos de trabajo de los que eliminará.
Según la investigación, el 58% de los empleadores creen que la IA y la Realidad Virtual (RV) anticipan beneficios para el personal de su organización en los próximos dos años y más de la mitad de las grandes empresas globales con más de 5000 empleados, 52% utilizan actualmente la Inteligencia Artificial. Además, a medida que estas tecnologías evolucionen, se espera que para 2030 la IA y la automatización transformen la fuerza laboral, pasando de aplicaciones específicas a agentes interconectados con responsabilidades más amplias y capacidades mayores.
"Estamos entrando en una era donde el verdadero potencial de la tecnología no radica en reemplazar a las personas, sino en brindarles las herramientas y conocimientos para realizar trabajos más significativos", señala Marcelo Roitman, Managing Director de Experis de ManpowerGroup.
Adopción
Sin embargo, la velocidad de adopción de la IA dependerá de la preparación de los trabajadores, así como del entorno normativo y ético en el que se desarrolle. Asimismo, puede presentar desafíos clave para las organizaciones como la identificación de colaboradores calificados, la definición de funciones que puedan aprovechar la IA y la formación del personal para desempeñar estos nuevos roles.
En este contexto, las personas deben cambiar sus perspectivas y ver la IA como una oportunidad para aumentar sus conocimientos técnicos y profesionales, a la vez que los líderes empresariales desarrollen estrategias centradas en las personas. Con esta finalidad, los empleadores deberán:
- Elegir las implementaciones que tengan sentido para su empresa y seleccionar a los socios adecuados.
- Considerar la infraestructura de Tecnología de la Información (TI) y la capacidad tecnológica existente.
- Rediseñar los puestos de trabajo en función del talento que ya tienen.
- Ampliar sus iniciativas de upskilling y reskilling.
- Comportarse éticamente a la hora de recopilar y gestionar datos de IA.
"El éxito de la Inteligencia Artificial no dependerá únicamente de su avance tecnológico, sino de cómo las organizaciones y las personas trabajen juntas para promover aprendizaje continuo", concluye Roitman. “A medida que estas se adapten y evolucionen con la IA, será el talento humano el que impulse el futuro del trabajo, perfeccionando sus habilidades y colaborando con estas tecnologías en lugar de competir contra ellas”.