Siempre debemos ser cuidadosos con la pintura de nuestro auto, pero a la hora de sacarlo a la ruta o al usarlo en los días más calurosos del verano, nuestro esfuerzo y atención se duplican.
Aunque la pintura original tiene el poder de resistencia necesario para soportar inclemencias normales, agentes externos como las temperaturas muy altas, la fuerte radiación solar y las lluvias, pueden dañar la pintura de los vehículos y hasta la carrocería.
Cuanto mayor y más profundo sea el daño, más rápida debe ser la respuesta. Para evitar que una leve imperfección se convierta en un daño grave, la prioridad es examinar los desperfectos de la pintura meticulosamente y elegir profesionales en carrocería y pintura certificados que garanticen excelentes resultados en la reparación.
Estas son algunas de las precauciones básicas para ayudar a prevenir posibles daños y repararlos, según los expertos en Pinturas y repinturas automotrices.
La sal del mar: en verano las personas viajan con mayor frecuencia a la costa, y por ende los autos sufren una mayor exposición a la humedad. En las zonas turísticas cercanas al mar, la concentración de sal proveniente puede iniciar un proceso de corrosión en la carrocería. En esta ocasión, debemos ser más cuidadosos con pequeños rasguños o golpes que pueden incrementar aún más a la corrosión. El uso de ceras para la carrocería, por ejemplo, es una de las soluciones para evitar problemas como este.
Sol, polvo y lluvia ácida: la combinación de polvo y sol puede ser dañina dependiendo de la fuente de la suciedad. Por ejemplo, el humo negro de los escapes de camiones o autobuses más antiguos puede contener concentraciones de dióxido de carbono que además de causar lluvia ácida, que contiene productos que dañan la pintura, pueden causar grietas debido a la fricción del polvo de hollín y la superficie del auto. El polvo puede causar daños físicos como “arañazos” o reacciones químicas como marcas o manchas en la pintura.
Radiación: los rayos UV pueden causar daños químicamente irreversibles. La radiación puede causar deterioros en la molécula, causando agrietamiento del barniz, la delaminación de la pintura, la fotooxidación o la decoloración del vehículo. A la más mínima señal de uno de estos daños, se recomienda llevar el vehículo a un taller para que los profesionales corrijan desde donde comenzó la degradación.
En cuanto a las partes metálicas, estas reaccionan ante el oxígeno y el agua y comienzan a corroerse con el paso del tiempo. La forma más eficiente de evitarla es mediante la cataforesis, una técnica de aplicación de pintura que, por corriente eléctrica, brinda una primera capa de protección tanto a la carrocería como a las autopartes metálicas.
Daño físico y químico: algunos compuestos químicos, cuando se exponen a la lluvia y al calor, pueden causar averías con el tiempo. En algunos casos, la temperatura del automóvil alcanza los 60° C., acelerando el proceso que causa daños. La mejor manera es evitar que la suciedad, como el excremento de las aves, se acumule, ya que pueden dañar irreversiblemente la pintura.
Lo ideal es lavar el vehículo: Esto debe hacerse cada una o dos semanas, pero siempre mantenerlo limpio y exento de este tipo de suciedades. Luego de un viaje, es fundamental remover derrames de combustible, insectos y excrementos lo más pronto posible para interrumpir el ciclo de penetración de sus componentes y lavar el exterior con abundante agua fría o cálida y limpiadores neutros.
Cuidado con los productos de limpieza: puede ocurrir que, además de cera, tengan componentes capaces de romper la estructura química del barniz, y sumado a los rayos UV, pueden degradar la pintura. Pulir o aplicar cera sin lavar la superficie, utilizar agua caliente y esponjas abrasivas, o usar los mismos productos con los que limpiamos la casa o la ropa pueden decolorar y manchar la superficie y hasta causar daños a largo plazo.
Lo ideal es evitar los productos de limpieza del hogar y utilizar siempre los específicos para el automóvil, principalmente los avalados por un organismo de certificación de validación, como ISO9000.
Es importante acudir a profesionales capacitados que trabajen con productos de repintado automotriz de calidad. La sugerencia es que se utilice pinturas que permiten un acabado más prolijo, ecológico y rápido.