La mayoría de los mortales que vivimos en la querida Argentina, destrozada por los inservibles políticos que tenemos y tuvimos, tenemos entre nuestras prioridades el ahorro en todo, y más en estos momentos, no solo en el precio de compra, sino que somos capaces de soportar el calor, para no gastar electricidad; por eso, a la hora de adquirir un vehículo, nuevo o usado, también pensamos cómo podemos ahorrar lo máximo posible en nuestros viajes.
Por eso vamos a dar algunas sugerencias para reducir los costos asociados al uso de los vehículos, de forma significativa. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que tal vez no nos resulte lo más armonioso, ni seamos los primeros en llegar, pero lo seguro es que, si se siguen algunas reglas, ayudarán a conducir de una forma eficiente y con la seguridad de un gasto menor.
Arrancar en primera y sin pisar el acelerador: En los motores nafteros, iniciar la marcha inmediatamente después del arranque. En los motores diesel, esperar unos segundos antes de iniciar la marcha. Esto evitará gastar combustible demás.
Cambio de velocidades. Cambiar a segunda marcha lo más rápido posible, calcular 6 metros o 2 segundos, aproximadamente y no pisar a fondo el acelerador.
Circular lo más posible en las marchas altas y a bajas revoluciones. Cuanta más larga sea la marcha menor será el consumo. Se debe cambiar la marcha antes de que la aguja del cuentarrevoluciones llegue a la mitad. No apurar las marchas. En motores nafteros los cambios se pueden hacer, entre las 2000 y 2500 rpm, y en los diesel, entre las 1500 y 2000 vueltas.
Evitar cambios de marcha innecesarios. Incluso dentro de la ciudad, es recomendable circular en 4ª o 5ª marcha pisando suavemente el acelerador.
Conducir con anticipación. Evitar aceleradas, rebajes de marcha y frenazos fuertes, manteniendo la velocidad en forma uniforme.
Apagar en motor en detenciones largas. Cuando se estime que se va a estar parado más de un minuto. Esta práctica puede suponer un gran ahorro medio al año, de alrededor de 10.000 pesos.
Aprovechar el freno motor. gracias a él, se evitará el desgaste de los frenos, reduciendo la velocidad de forma progresiva.
Pendientes. Cuando haya pendientes, la sugerencia es levantar el pie del acelerador y aprovecha la inercia del vehículo. No se debe dejar nunca el cambio de marchas en punto muerto, ya que esto es bastante peligroso. Al subir pendientes, utilizar la marcha más larga posible. Realizar los cambios de marcha a un régimen de revoluciones más alto en el llano.
Frenar suavemente. Reducir la marcha lo más tarde posible, con especial atención en bajadas.
Anticipación. Conducir con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver 2 o 3 vehículos por delante. Al detectar un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación, levantar el pie del acelerador para anticipar las maniobras.
Circular con la presión de neumáticos recomendada por el fabricante: además de ahorrar combustible, evita el desgaste irregular de las cubiertas, aumentando la eficacia. Estas son responsables del 20% del consumo del vehículo. Por eso en los viajes en ruta es recomendable aumentar la presión del neumático.
Refrigerar el vehículo. Al utilizar el aire acondicionado o climatizador, la sugerencia es mantener el habitáculo entre 23 y 24 grados. Cuidado al bajar las ventanillas a velocidades mayores a 70 km/h, ya que esto supone un aumento del consumo de un 5%, además de la incomodidad y el ruido.
No sobrecargar el vehículo. Esto influye en sus prestaciones, inercias y reacciones, además de en el gasto de combustible.