Parece reciente, pero hay que recordar que en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2015 Toyota mostró por primera vez al Yaris, con el que realizamos la prueba, con la intención de evaluar la respuesta del público para con este modelo. La devolución fue positiva, por lo que en menos de un año, lo trajo para competir el segmento donde más autos hay en el país, el B+, y no se equivocó, ya que esta 3ra generación viene logrando un buen éxito, con la única configuración posible: motor 1,5 l con transmisión automática CVT y un solo nivel de equipamiento.
Se trata de una silueta desarrollada para lograr espacios en un auto del segmento inicial, con un largo de 4,12 metros, que lo pone como uno de los más grandes entre los competidores. El diseño es una de las mayores virtudes, sobre todo en el segmento, y conserva la imagen de la marca, con un capot lanzado, con nervaduras y con el toque particular del frontal, enmarcado en negro y que une la grilla superior con la inferior, enmarcado por las luces, de muy buena luminosidad.
Motor
El motor naftero de 1.5 litros, 16 válvulas entrega una potencia de 107 CV, mostrando muy buena capacidad de reacción, logrando notables prestaciones para esta potencia, sobre todo en el tránsito de ruta o autopista , como 7 segundos para recuperar de 80 a 120 km/h. Esto es gracias a la caja CVT, que dosifica la potencia disponible al piso, pudiendo usarla de modo manual, desde el selector, con siete marchas. Tiene buena aceleración de 0 a 100, cercana a los 11 segundos, por lo que se siente muy bien en el tránsito urbano. El consumo es de referencia, mostrándose lógico en la ciudad y muy buenos en ruta, con un promedio de 7 litros/100 kilómetros, por lo que se puede circular alrededor de 600 kilómetros sin tener que detenerse, a causa de un tanque, que es bastante pequeño para un auto de este estilo, que carga 42 litros.
Seguridad
La suspensión es robusta y filtra bien las irregularidades. Tiene barra estabilizadora en ambos trenes, con el tipo McPherson adelante, mientras que atrás tiene sistema de barra de torsión. En ruta va firme, sin mostrar movimientos inesperados, aunque la orientación hacia el confort de marcha hace que la inclinación de la carrocería se note, pero solamente al tomar fuerte las curvas. En la ciudad es brillante la actuación, mostrando confort y comodidad en todo momento.
Dispone de doble airbag frontal y anclajes Isofix para sillas infantiles. Los frenos, con ABS, muestran una labor para destacar, ya que lo detiene, sin inconvenientes, en distancia cortas. También sobresale el quinto cinturón inercial (los delanteros no regulan en altura).
Confort y equipamiento
En el interior se nota que el principal objetivo del diseño es ofrecer una mayor comodidad al conductor, proyectando un habitáculo que entrega sensación de amplitud, acentuada por la separación entre los espacios de ambos ocupantes. Todos los elementos están dispuestos de forma ergonómica para lograr la mejor visibilidad y facilidad de manejo, para utilizarlos, sin sacar la vista del camino.
El espacio interior permite viajar, con comodidad, a cuatro adultos, más un menor. Es buena la insonorización, mostrando dos cómodas butacas, con buena sujeción lateral. Los ajustes entre piezas son muy buenos. La sensación general es realmente buena, con mandos que tienen buen tacto y un volante que regula solamente en altura, pero no en profundidad, aunque queda cómodo, cualquiera sea la altura del conductor.
Atrás encontramos tres plazas, aunque la central es más compacta, en las que no habrá problemas en lo alto ni en el espacio para las piernas, gracias a que el piso es casi plano.
El baúl tiene 326 litros de capacidad. Además, el asiento posterior (tipo 1/3 2/3) se rebate, incrementando el espacio a algo más de 1300 litros. Abajo encontramos la rueda de auxilio, que es idéntica a las rodantes, buena noticia para los compradores.
En el sector del equipamiento se lo ve limitado, ya que siente los impuestos por llegar de extrazona (Tailandia), ofreciendo lo justo para nuestro mercado. Le falta climatizador, sensor de lluvia o control de velocidad crucero. Se destaca el sistema multimedia con nítida pantalla de 7”, de buen funcionamiento con operación rápida y con una conexión Bluetooth sencilla de realizar. También permite reflejar utilidades del celular con interface HDMI. El AA es manual, levantavidrios en las 4 puertas y cierre centralizado con comando a distancia, sensores de estacionamiento posterior (sólo con sonido) y sensor crepuscular.
Conclusión
El Toyota Yaris cuesta $ 414.000, precio que lo posiciona por encima de los de la competencia, aunque tiene el valor del generoso espacio interior, motor y caja eficientes, confiabilidad y calidad de fabricación, con lo que logra diferencias para hacerse de un lugar en el competitivo segmento.
Parece reciente, pero hay que recordar que en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2015 Toyota mostró por primera vez al Yaris, con el que realizamos la prueba, con la intención de evaluar la respuesta del público para con este modelo. La devolución fue positiva, por lo que en menos de un año, lo trajo para competir el segmento donde más autos hay en el país, el B+, y no se equivocó, ya que esta 3ra generación viene logrando un buen éxito, con la única configuración posible: motor 1,5 l con transmisión automática CVT y un solo nivel de equipamiento.
Se trata de una silueta desarrollada para lograr espacios en un auto del segmento inicial, con un largo de 4,12 metros, que lo pone como uno de los más grandes entre los competidores. El diseño es una de las mayores virtudes, sobre todo en el segmento, y conserva la imagen de la marca, con un capot lanzado, con nervaduras y con el toque particular del frontal, enmarcado en negro y que une la grilla superior con la inferior, enmarcado por las luces, de muy buena luminosidad.
Motor
El motor naftero de 1.5 litros, 16 válvulas entrega una potencia de 107 CV, mostrando muy buena capacidad de reacción, logrando notables prestaciones para esta potencia, sobre todo en el tránsito de ruta o autopista , como 7 segundos para recuperar de 80 a 120 km/h. Esto es gracias a la caja CVT, que dosifica la potencia disponible al piso, pudiendo usarla de modo manual, desde el selector, con siete marchas. Tiene buena aceleración de 0 a 100, cercana a los 11 segundos, por lo que se siente muy bien en el tránsito urbano. El consumo es de referencia, mostrándose lógico en la ciudad y muy buenos en ruta, con un promedio de 7 litros/100 kilómetros, por lo que se puede circular alrededor de 600 kilómetros sin tener que detenerse, a causa de un tanque, que es bastante pequeño para un auto de este estilo, que carga 42 litros.
Seguridad
La suspensión es robusta y filtra bien las irregularidades. Tiene barra estabilizadora en ambos trenes, con el tipo McPherson adelante, mientras que atrás tiene sistema de barra de torsión. En ruta va firme, sin mostrar movimientos inesperados, aunque la orientación hacia el confort de marcha hace que la inclinación de la carrocería se note, pero solamente al tomar fuerte las curvas. En la ciudad es brillante la actuación, mostrando confort y comodidad en todo momento.
Dispone de doble airbag frontal y anclajes Isofix para sillas infantiles. Los frenos, con ABS, muestran una labor para destacar, ya que lo detiene, sin inconvenientes, en distancia cortas. También sobresale el quinto cinturón inercial (los delanteros no regulan en altura).
Confort y equipamiento
En el interior se nota que el principal objetivo del diseño es ofrecer una mayor comodidad al conductor, proyectando un habitáculo que entrega sensación de amplitud, acentuada por la separación entre los espacios de ambos ocupantes. Todos los elementos están dispuestos de forma ergonómica para lograr la mejor visibilidad y facilidad de manejo, para utilizarlos, sin sacar la vista del camino.
El espacio interior permite viajar, con comodidad, a cuatro adultos, más un menor. Es buena la insonorización, mostrando dos cómodas butacas, con buena sujeción lateral. Los ajustes entre piezas son muy buenos. La sensación general es realmente buena, con mandos que tienen buen tacto y un volante que regula solamente en altura, pero no en profundidad, aunque queda cómodo, cualquiera sea la altura del conductor.
Atrás encontramos tres plazas, aunque la central es más compacta, en las que no habrá problemas en lo alto ni en el espacio para las piernas, gracias a que el piso es casi plano.
El baúl tiene 326 litros de capacidad. Además, el asiento posterior (tipo 1/3 2/3) se rebate, incrementando el espacio a algo más de 1300 litros. Abajo encontramos la rueda de auxilio, que es idéntica a las rodantes, buena noticia para los compradores.
En el sector del equipamiento se lo ve limitado, ya que siente los impuestos por llegar de extrazona (Tailandia), ofreciendo lo justo para nuestro mercado. Le falta climatizador, sensor de lluvia o control de velocidad crucero. Se destaca el sistema multimedia con nítida pantalla de 7”, de buen funcionamiento con operación rápida y con una conexión Bluetooth sencilla de realizar. También permite reflejar utilidades del celular con interface HDMI. El AA es manual, levantavidrios en las 4 puertas y cierre centralizado con comando a distancia, sensores de estacionamiento posterior (sólo con sonido) y sensor crepuscular.
Conclusión
El Toyota Yaris cuesta $ 414.000, precio que lo posiciona por encima de los de la competencia, aunque tiene el valor del generoso espacio interior, motor y caja eficientes, confiabilidad y calidad de fabricación, con lo que logra diferencias para hacerse de un lugar en el competitivo segmento.