Renace con el encanto inconfundible de aquel concept-car, que se presentó en 2004, en el Salón de Ginebra como Trepiúno o 3+1, y que logra una fiel imagen del original de 1957, pero con grandes diferencias, ya mucho más equipado y con un estilo inconfundible, que le dio el título del “Auto del Año 2008 en Europa”, que le agrega el glamour característico de la marca italiana.
Sin duda el Fiat 500, con reminiscencias del modelo anterior, logra una fuerte personalidad, basado en el estilo único, con rasgos diferenciales, a pesar de ser la reencarnación de aquel clásico.
Tuvimos la oportunidad de probar el Sport, que como todos los vehículos, tiene un dibujo similar al viejo 500, un retro con una perfecta reinterpretación moderna del clásico, donde muestra el capot con la nervadura central, bien lanzado, que culminan en los faros ovalados, de buena luminosidad. Abajo, se notan las dos luces inferiores de posición diurnas, que están siempre encendidas, y la toma de aire, con las luces antiniebla.
De perfil, con un largo de 3,54 metros, se destacan los spoilers laterales, con llantas de 16” y neumáticos Pirelli Cinturato P7, y una puerta de generoso tamaño. Atrás, se destaca el alerón, el conjunto lumínico trapezoideal, dividido en rojo y blanco, el paragolpes diferenciado y una puntera de escape deportiva, que le dan una imagen muy atractiva, sin importar el ángulo en que se le mire.
El espacio del baúl, es pequeño, apenas 185 litros, por lo que solamente se podrán colocar algunas maletas para el viaje. Rebatiendo los asientos traseros, que se pueden hacer, en 50/50, se puede llegar a cargar, alrededor de 500 litros. Eso si, el piso es plano y se puede llegar desde el interior. El acceso desde el exterior, es muy bueno, ya que la puerta abre desde abajo hacia arriba, incluyendo el vidrio trasero, dejando un espacio suficiente para acomodar o sacar lo que se lleve. Abajo del baúl, no dentro del mismo, se encuentra el auxilio, que es igual que las originales, pero incluye solamente llanta de chapa.
Motor
El motor es el 1.4 16v MultiAir, que entrega 105 CV de potencia y un par máximo de 129,4/4000 vueltas, que son suficientes para mover este auto muy cómodamente, tanto en el tránsito urbano, que sin duda es el hábitat de este vehículo, como en la ruta, donde no desentona.Esta mecánica, con la nueva tecnología Fiat Powertrain, muy noble en el tránsito de la ciudad, donde se mueva cómodamente, con buenas aceleraciones y dinamismo. En la ruta, si bien no es un deportivo ciento por ciento, se desenvuelve con comodidad. Se lo siente un poco lento a bajas vueltas, pero a partir de las 3800 rpm, ya se pone más picante y muestra un buen comportamiento dinámico, con algún balanceo de la carrocería, pero manteniendo bien la estabilidad, tanto en las rectas, como en las curvas.
Cuando se lo somete a curvas y contracurvas cerradas, se lo nota un poco rolador, pero se acomoda rápido, brindando seguridad. El comportamiento del motor se puede modificar con un botón, denominado Sport, que cambia la dureza del acelerador, que se pone más liviano, y la de la dirección, que se endurece, para brindar un mejor desempeño, a altas velocidades.
En definitiva, si bien no es un deportivo puro, claro está, tiene una respuesta directa y bastante rápida, con muy buenas aceleraciones y recuperaciones. Muestra un buen comportamiento dinámico, con algún balanceo de la carrocería al exigirlo constantemente, pero manteniendo la estabilidad, en forma firme y sin complicaciones.
Viene asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, de inserciones cortas y precisas, y rápida para aprovecha al máximo la potencia del auto.
El consumo es bastante bueno. Se puede lograr un promedio (ciudad, ruta y autopista) de 7,2 l/100 km, lo que da una autonomía promedio de 555 kilómetros, sin tener que recargar.
Interior y equipamiento
En el interior, claramente se puede dividir en dos; las plazas delanteras, cómodas y con buenos espacios, mientras que las plazas traseras son bastante inhabitables para adultos, no tanto para los más chicos.
Atrás, se va ir complicando, cuanto más grande sea el conductor. En mi caso, 1.72, atrás puede ir un chico, cómodo, y una persona mayor bastante incómoda por el largo de las piernas.
La posición de manejo es muy buena y se puede adaptar a cualquier conductor, gracias a las regulaciones de la butaca, de buena sujeción lateral, y la posibilidad de modificar la altura del volante.
Desde el puesto del conductor, menos los levantavidrios, que están mal ubicados en el sector central, al lado de la palanca de cambios (en los que hay que sacar la vista del camino para accionarlos), se nota que la calidad de los materiales es muy buena y tiene un excelente equipo de serie.
El diseño retro, deja bastante atestado el instrumental, agrupado todo en un cuadro, con lectura algo complicada. Hay que ponerse al corriente de toda la información que proviene del mismo sector. Con velocímetro y cuentavueltas juntos, lo que al principio, complica bastante la lectura.
El equipamiento de serie es muy completo. Cuenta con computadora de abordo, dirección asistida eléctricamente, cuatro airbags (frontales y laterales), ABS con EBD (distribución electrónica del frenado), levantavidrios eléctricos, luces antiniebla delanteras, apoyabrazos central delantero, frenos a disco en las cuatro ruedas, espejos exteriores eléctricos, Hill Holder (ESP con ASR), ganchos ISOFIX y cierre centralizado con comando a distancia, entre una larga lista de componentes.
Cabe aclarar que, también en este vehículo, sigue con la política de Packs, con lo que se puede agregar más equipamiento de seguridad y de confort.
Conclusión
En definitiva el Fiat 500, es un vehículo chico, para disfrutar ya que tiene una conveniente relación de precio-producto, por lo que es una más que interesante opción, que no se debe descartar.
Si quiere aceleración, velocidad o prestaciones deportivas, búsquelas en otros modelos de esta u otra marca, la versión que probamos está claramente elaborada para darle un uso tranquilo y doméstico, a los que el vehículo responde regalando seguridad de marcha, buena habitabilidad y un consumo realmente contenido lo que, en los tiempos que corren, no es poco.
