Este sedán pequeño, que se presentó como primicia, en el Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires, en junio último, y que se produce en Brasil, es la versión tricuerpo del Celta (reemplazante del Suzuki Fun), y tuvimos oportunidad de probarlo.
El Prisma se destaca, en primer lugar, por su diseño. Este sedán, de cuatro puertas, muestra un capot lanzado, que culmina en la parrilla, en la que se coloca, en el centro el logo de la marca. Al costado, se ven los faros delanteros, de buena luminosidad. Abajo, con el paragolpes cubierto, incorpora una apertura central, en la que a los costados, se colocan los faros antiniebla, de buena luminosidad.
El perfil, con una capacidad de 4170 mm de largo, se destacan las líneas armónicas del auto, con forma de cuña. En el sector posterior, se deja ver el baúl, rodeado por las luces de posición, de gran tamaño.
La sorpresa se siente cuando se abre el baúl, el espacio es realmente grande, con una puerta que se abre hacia arriba y que muestra el único inconveniente, que son los extensores a los que se debe dejar el recorrido para cerrar. Igual, cabe destacar, que el espacio disponible, con una capacidad de 439 litros, es realmente suficiente para colocar lo que le plazca. El piso es plano y profundo, lo que aporta a la comodidad a la hora del ingreso, egreso de los bultos. Realmente impresionante.
Motor
Se ofrece con una única versión de propulsor, el naftero 1.4 litros de 85 caballos, asociado a una caja manual de 5 velocidades, el mismo que utiliza su hermano, el Celta.Realmente, este motor está justamente pensado para el circuito urbano, donde desarrolla un par de 12 kgm/3200. Los 85 caballos, le entregan una potencia justa para desenvolverse en la ciudad, con una muy buena elasticidad, donde muestra buen pique inicial y aceleraciones suaves, pero sostenidas.
En la ruta, se muestra firme hasta los 135/140 km/h, luego comienzan algunas dificultades, como la de llevarlo centrado. En realidad, al apurarlo es cuando comienzan a verse los problemas, más que nada al tratar de mantenerlo centrado, ya que evidencia una fuerte inclinación. Sin duda, está pensado para manejarlo tranquilamente y sin pasar los límites, que es cuando, en las curvas, dobla sien esfuerzos y se mantiene centrado, va asentado y doblando, sin inconvenientes y hasta manteniéndose firme y contundente.
La caja manual, de 5 velocidades, muestra buena disposición, con inserciones precisas. Las relaciones son realmente muy similares a las del Celta, es decir, se las nota largas, sobre todo la 5ta (una clara sobremarcha), que está pensada para descansar el motor y a reducir el consumo. El volante, con buen tamaño, queda, a velocidades moderadas, siempre firme y tiene una asistencia precisa.
El consumo es sensacional, sin esfuerzos, se logra una media (ciudad-ruta) de 7,2 litros/100 kilómetros, los que da una conveniente autonomía de más de 650 kilómetros sin tener que parar a cargar combustible.
El comportamiento dinámico, se lo nota especial para circularlo por ciudad, ya que el esquema es mullido y de gran confort y dinamismo, para este circuito. En la ruta, este esquema, se pone en contra porque se nota, a velocidades relativamente altas, que el auto flota al pasar por los desniveles.
Igual, a velocidades normales, dobla con precisión y nos se sienten demasiados inconvenientes.
Interior
El interior muestra pros y contra, en la misma mirada. Queda en deuda en cuanto a componentes como ABS y airbags, en los que, por ahora no se ofrecen en el vehículo, dejando, sobre todo en los frenos, una deuda pendiente.
Los espacios, son suficientes para los cinco pasajeros, adultos, para el que está pensado. En el sector delantero, se puede encontrar fácilmente la posición de manejo. En mi caso, 1,72, va tranquilamente, gracias a las regulaciones manuales, con la posibilidad, de modificar también el volante, lo que determina tranquilidad y seguridad en el manejo.
El equipamiento, es realmente bueno de serie. Incorpora una conveniente consola central integrada en el tablero de mandos, que cuenta con numerosos portaobjetos. Posee aire acondicionado, dirección asistida, levantavidrios delanteros, grafismos iluminados por LEDS azules, luneta trasera térmica con limpia lava luneta, cierre centralizado con comando a distancia, panel de instrumentos con iluminación Ice Blue, radio AM/FM con MP3, reloj digital, entrada auxiliar frontal, puerto USB y Bluetooth, entre otros componentes.
En la seguridad, se pueden mencionar los frenos a disco delanteros (de muy buen funcionamiento), tercera luz de stop elevada, inmovilizador de motor, alarma de faros encendidos, display de temperatura exterior, luneta trasera térmica y cinturones de seguridad delanteros de tres puntos inerciales regulables en altura y traseros laterales de 3 puntos inerciales y central abdominal fijo.
Atrás, también se destaca el confort. El ingreso a estas plazas, gracias a la apertura de las puertas, resultó cómodo y preciso. Tiene buenos espacios para acomodar los brazos y las piernas. En definitiva, es un vehículo cómodo y tranquilo, sin buscar excentricidades.
Versiones
Hay dos versiones disponibles. El Prisma LS, $ 62.280, y el que manejamos, Prisma LT, a $ 66.160. Es un vehículo recomendable y económico, con un excelente baúl, destinado a llevar todo lo que se quiera.
Además, tiene una muy buena relación de precio-producto, por lo que, en definitiva, no debe pasarse por alto a la hora de observar los productos de esta categoría.