Hoy es el Día Nacional de la Seguridad Vial, un día para recordar la importancia de la educación vial y el respeto de las normas de tránsito. La fecha se eligió para recordar el día en que se modificó en la Argentina, en 1945, el sentido del tránsito que, hasta ese momento, se hacía por la izquierda, como en Inglaterra. A partir de entonces se empezó a circular por la derecha, como en la mayoría de los países.
Uno de los pilares de este día es la conciencia acerca de la seguridad en los niños y niñas. Según un estudio de la Federación Internacional del Automóvil para Latinoamérica (FIA Región IV), que desarrolló junto a Safe Kids Argentina, el 80% de los chicos viajan sin utilizar sistemas de seguridad adecuados, aumentando los riesgos de lesiones o muerte en casos de maniobras bruscas o colisiones.
Hoy, cuatro de cada cinco niños, no son trasladados en forma segura en los automóviles. Esto implica que viajan sin sistemas de retención infantil que los protejan, como son los elementos denominados huevitos, butacas o boosters. La cifra pone en evidencia la falta de difusión y control que existe en este sentido y la necesidad de tomar medidas en forma urgente.
Otro punto central de la Seguridad Vial es la prevención de accidentes de tránsito. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que anualmente mueren alrededor de 1,3 millones de personas, lo que representa más de 3500 muertes por día en el mundo. En el plano local, Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito, con más de 20 muertes por día que llegaron a los 7272 fallecimientos en 2018 y 120.000 heridos de distinto grado, además de cuantiosas pérdidas materiales, que se estiman en unos 10.000 millones de dólares por año.
Sugerencias
Por eso, al momento de salir con el vehículo, es importante revisar algunos puntos.
– Chequear frenos, amortiguación, luces, estado y presión de las cubiertas en un taller mecánico.– Descansar al menos ocho horas la noche anterior.
– Planificar previamente el viaje, previendo paradas cada tres horas por un lapso de 15 minutos para descansar; y evitar conducir durante la noche ya que el nivel de atención y visibilidad disminuye.
– Tener a mano los elementos de seguridad: matafuego vigente y cargado, siempre cerca del conductor y sujeto para evitar accidentes, y balizas triangulares.
– Circular siempre con las luces bajas encendidas.
– Es importante destacar que todos deben llevar cinturón de seguridad y respetar el número de pasajeros que permite el vehículo. En el caso de los niños, llevarlos siempre en los asientos traseros. En caso de transportar mascotas, las mismas deben ir sujetas con un arnés o una jaula fija.
– Respetar las velocidades máximas y mínimas indicadas en las rutas y las prioridades de paso.
– Si se trata de un vehículo nuevo, es fundamental leer previamente el manual para conocer todas las características del automóvil.
– Evitar dejar objetos sueltos en el habitáculo del vehículo. Frente a una frenada brusca o una colisión, estos elementos pueden provocar lesiones graves e irreversibles para quienes viajan.
– El conductor debe estar atento al camino y a la conducción, evitando el uso de celulares.
– Los motociclistas deben utilizar casco, indumentaria de protección y ropa reflectiva. Es menester recordar que ante un golpe leve es aconsejable cambiar el casco, dado que su estructura pudo haber sufrido un daño interno.
No al Alcohol
No ingerir alcohol, medicamentos, ni alimentos que reduzcan los reflejos durante la conducción es una recomendación que parece saldada, pero es una de las causas más frecuentes de accidentes. “Está comprobado que, aun bajo el efecto mínimo del alcohol, los reflejos no son los mismos. En la Argentina, la tolerancia de alcohol en sangre es de 0, 5 gramos, aunque algunas provincias disminuyeron a 0 la tolerancia permitida. El alcohol produce una depresión del sistema nervioso central, deteriorando la función psicomotora y la percepción sensorial, y modificando el comportamiento del individuo que muchas veces se traduce en una falsa sensación de seguridad y una toma de mayor riesgo”, explica la doctora Valeria El Haj.
Otro de los aspectos a trabajar es la necesidad de actualizar las normativas vigentes en relación a la velocidad, el uso del casco, la ingesta de alcohol, la utilización del cinturón, y la forma en la que viajan los ocupantes en el vehículo.
Con la incorporación de los nuevos vehículos en el mapa de la Ciudad, como los colectivos, las bicicletas, y los monopatines eléctricos, las normas exigen una continua revisión y la atención de los conductores debe ser cada vez más detallista.
Por último para una adecuada implementación de políticas y acciones en seguridad vial, es importante contar con un sistema confiable de datos e indicadores que contribuyan a la toma de decisiones.