Con el invierno, los amantes del 4x4 sueñan con transitar por nieves vírgenes en nuestros todoterreno. Y no es extraño, ya que la conducción por estos lugares genera situaciones únicas y divertidas.
Igualmente, tenemos que tomar conciencia de que nuestro manejo deberá ser muy delicado debido a que la nieve cuenta con un bajo nivel de adherencia.
Por lo tanto debemos prever que las acciones bruscas llevan con facilidad al despiste.

Secretos

La conducción sobre nieve no esconde muchos secretos; es más, podemos aplicar algunos de los conceptos básicos que ponemos en práctica al manejar en el barro.
El inicio de la marcha debe realizarse con mucha suavidad, con las ruedas derechas, e iremos acelerando en forma progresiva sin subir bruscamente las revoluciones del motor, ya que de este modo se produce una importante pérdida en la adherencia de los neumáticos.
La marcha justa y una reserva de potencia en nuestro motor serán suficientes para encarar un área nevada.
Respecto del freno, éste no debe ser utilizado de ninguna manera, ya que se producirá un bloqueo en las ruedas y, por lo tanto, un irremediable derrape.
Por el contrario, hay que aprovechar toda la capacidad de retención que ofrece el motor del vehículo.
Al igual que en otros tipos de suelo surgen situaciones que nos obligarán a hacer una inspección anticipada de la zona por transitar.
Es muy posible que desniveles, piedras, grietas y riachos pasen inadvertidos a simple vista y comprometan mecánicamente nuestro vehículo.

Tipos de nieve

Por otro lado, es bueno reconocer los distintos tipos de nieve ya que las formas para encararlos son diferentes. La nieve dura nos permite un avance preciso y sostenido, con muy buena tracción, pero no debemos encarar ángulos superiores a los 20º sin colocar cadenas en los neumáticos.
La nieve polvo, seca y muy liviana, nos permitirá un avance sencillo, aun en los casos donde la nieve supere la altura libre de nuestro vehículo, ya que el tren delantero hará las veces de proa de un barco. Asimismo, la nieve primavera, fría y húmeda, se acumula con facilidad debajo de la panza del vehículo, haciendo más difícil el avance.
Recomendamos precaución al circular por huellas, ya que las ruedas suelen patinar porque la nieve bajo ellas se ha convertido en hielo. En este caso hay que retroceder lo necesario para que la rueda alcance piso firme y poder iniciar el avance. En el caso de perder tracción, ramas y las alfombras del coche servirán para aumentar la adherencia de las ruedas y desatascar nuestro vehículo.

Combustible

Es bueno recordar que al encarar una travesía por áreas nevadas hay que prever una cantidad suficiente de combustible para permitir mantener el motor en marcha, en caso de que el coche se quede atascado y necesitemos mantener la calefacción encendida durante un largo tiempo, sobre todo si lamentablemente hubiera que pasar parte de la noche.
Si bien parece exagerado, en la zona cordillerana de nuestro país suelen suceder atascamientos por las intensas nevadas, por esto vale esta sugerencia. Finalmente, si está decidido a tomarse unos días de descanso en algún centro invernal cordillerano vale un último consejo: recuerde llevar las cadenas para colocar en los neumáticos, elemento indispensable para un manejo preciso.