Todos los componentes de un auto, desempeñan un rol importante en el mecanismo de funcionamiento, pero hay algunos, como el sistema de transmisión, que son claves para que el vehículo pueda ponerse en marcha y cumplir con su objetivo: trasladarte de un lugar a otro.
Pero, ¿qué es el sistema de transmisión? Es el encargado de transferir la potencia que genera el motor a las ruedas del vehículo para que éste pueda avanzar. Los elementos que lo componen son la caja de cambios, el árbol de transmisión, el embrague y los palieres.
Piezas
Cada una de estas piezas juega un rol vital en la operación segura y efectiva del auto. Sin embargo lo que va a determinar la forma de conducirlo y la mantención que se le realizará, es el tipo de sistema de transmisión. Los cuales se pueden clasificar en:
Manual: el conductor, a través del uso de la palanca de cambios, puede alterar la marcha. Ofrece una mayor eficiencia de consumo y facilidad al momento de moverlo empujándolo en caso de quedar varado.
Automática: la caja de cambios se encarga de alterar por sí misma la relación de marchas, automáticamente a medida que el auto se desplaza.
Teniendo en cuenta las particularidades del Sistema de Transmisión y la real importancia de conservarlo sano, por lo que es fundamental utilizar la línea especializada de fluidos de transmisión para tolerar la presión, mejorar el rendimiento, la eficiencia y prolongar la vida útil de las piezas móviles.
Función de los fluidos en los sistemas de transmisión
En transmisiones automáticas, proporciona resistencia térmica y de oxidación mejorada para retener una viscosidad estable en un amplio margen de temperatura. Así, la eficiencia de transmisión aumenta, contribuyendo a una mejor economía del combustible. También extiende la vida útil del fluido al evitar la formación de depósitos, brindando una conducción suave y sin sacudidas y alarga los intervalos de drenaje de aceite para reducir los requisitos de servicios.
Mientras que para transmisiones manuales, extiende la vida útil de las piezas a través de su mayor estabilidad al corte, para una resistencia constante de la película y protección antidesgaste. Además, sus propiedades mejoradas de resistencia térmica y la oxidación, ayudan a retener una viscosidad estable optimizando la eficiencia de transmisión e incluso, contribuyendo a la economía del combustible, aún en las condiciones más difíciles, para una conducción suave y un cambio de marcha fácil.
Mantenimiento:
- Evitar maniobras bruscas y un estilo de conducción agresivo es beneficioso, tanto para el sistema de transmisión como para el funcionamiento del vehículo en general.
- Evitar las cargas excesivas.
- Cuidar los neumáticos del auto.
- Hacer un buen mantenimiento del sistema de refrigeración del vehículo para que las piezas no se desgasten.
Las petroleras aseguran que no se rinden ante los vehículos modernos y actuales. Por ello asumen el compromiso de investigar y desarrollar productos específicamente diseñados para proteger todos los sistemas de un vehículo, minimizando el impacto medioambiental, con fluidos de alto rendimiento, que posibilitan la reducción de emisiones y se fabrican en torno a niveles cada vez más bajos en Co2.