Sin duda, Chevrolet Argentina, trajo al Sonic, que se produce en Corea del Sur, para luchar en uno de los más importantes escalones de la variada gama de vehículos, ya que es un auto que participa en uno de los segmentos más competitivos de nuestro mercado, que es el de los nuevos chicos/medianos, que está logrando un gran éxito de ventas.
El Sonic es un nuevo representante que aporta a la filosofía de renacimiento mundial, con la que viene trabajado GM en los últimos años y un modelo, que se coloca entre el Aveo (que en el mundo es la primera generación del Sonic) y el Cruze, apto para los que busquen un vehículo de corte económico, pensado para la familia, con un moderno diseño, bien terminado y confortable. Tuvimos oportunidad de probar el Sonic con carrocería sedán, de cuatro puertas que, igual que su hermano hatchback, viene provisto con el motor naftero de 115 caballos.
Lo primero que hay que destacar es que este nuevo auto ofrece un diseño exterior realmente innovador, siguiendo con los delineamientos del Cruze, con un estilo juvenil, deportivo y bien logrado, que atrae las miradas.
El nuevo sedan, que tiene un largo total, de 4399 mm; un ancho, de 1735, un alto, de 1517, y una distancia entre ejes, de 2525, ofrece un diseño con gran personalidad, en el que se destaca el frontal que da una imagen provocadora y de mucha vivacidad, donde se destaca el capot bien lanzado y con varias aristas, dos muy pronunciadas en los laterales y una suave en el sector central. Todas terminan sobre la parrilla, que está dividida en dos partes. Una pequeña, arriba, y una más grande en el sector inferior, divididas por un perfil, en el que se colocó el logo de la marca. En ambos costados de la parrilla están las luces delanteras, con una forma de paralelogramo, que fluyen hacia los laterales, compuestas por dos faros autónomos, de forma circular, que culminan con las luces de giro.
En el perfil, con el típico dibujo de la cintura alta, marcado por un canto, que asciende desde el borde superior de los spoilers de las ruedas delanteras, hasta llegar al ángulo superior del baúl. También se nota un perfil en el sector inferior de la carrocería, que acompaña paralelamente al anterior. Otro de los buenos aspectos que destacar son las llantas, de 16”, con un muy buen diseño.
El sector posterior muestra una buena solución, aunque no hay tanto diseño como en la parte delantera; se destacan las luces, de forma triangular, en las que sobresalen los plásticos en rojo, solamente cortado por un círculo blanco en la parte inferior.
La tapa del baúl es totalmente recta, tanto arriba como el sector que baja, y al abrirse devela un más que aceptable espacio para llevar lo que se necesite, arrancando por una capacidad de 455 litros, que se puede extender a más de 1000, si se rebaten (60/40) los asientos posteriores.
En definitiva, un moderno y eficaz diseño, con un sector posterior bien resuelto y que entrega mucha comodidad y gran capacidad para transportar objetos.
Motor
Este sedan ofrece un muy eficiente propulsor naftero, denominado Ecotec, con 4 cilindros de 1.6 litros, que entrega 115 caballos de fuerza a 6000 rpm, y un torque máximo de 155 Nm a 4000 vueltas. Con estas características se puede afirmar que está visiblemente configurado para una conducción muy serena y claramente para el uso familiar, sin pretensiones deportivas.
Si bien, gracias al bajo peso, muestra bunas aceleraciones en el pique, la potencia la entrega muy bien y desde bajas revoluciones, de manera sostenida, exhibiendo una gran elasticidad.
Sin duda, la gente de GM ha adaptado este motor para que no desentone en el tránsito urbano, donde se lo nota muy armonioso y placentero, con un tamaño que permite esquivar el tránsito sin mayores inconvenientes. En la ruta o autopista, llega rápido a la velocidades máximas permitidas, donde se lo siente muy sereno.
Para sacarle más velocidad se lo debe llevar más arriba de las 4000 vueltas, por ejemplo, para realizar un sobrepaso sin contratiempos, o para el que tiene el pie derecho pesado, algo que desarrolla sin inconvenientes, pero hay que tener en cuenta que se volverá más ruidoso de lo que es en una conducción normal y va a gastar mucho más combustible del que nos acostumbramos a velocidades medias, para lo que está claramente configurado.
La caja de cambio de 5 marchas, que ofrece buen grep e inserciones precisas, entrega bien la potencia al piso y muestra unas largas relaciones, sobre todo en cuarta y quinta, lo que tiene por objeto lograr un consumo contenido.
En este aspecto el motor es muy conveniente, ya que se puede lograr, con un gasto de 8,85 l/100 km, para circular por ciudad y ruta, una autonomía promedio, de más de 500 kilómetros, lo que realmente es suficiente.
Confort y equipamiento
Este es uno de los puntos altos de este nuevo vehículo, y más en la variante LTZ, que nos tocó para la prueba, ya que, al acercarse mucho a su hermano Cruze, aporta un diseño interior moderno, completo y efectivo, con una calidad de materiales realmente buena, al igual que en los ensambles, en los que se nota la presencia de plásticos duros.
El auto se muestra amplio, funcional (está lleno de huecos portaobjetos y detalles prácticos) y cómodo para cinco pasajeros, aunque, en el sector posterior, no es demasiado ancho como para acomodar las piernas de pasajeros mayores a 1,75m, pero no tendrán problemas con la altura al techo, ya que es muy amplia.
En las butacas de adelante, donde se puede percibir que se está en un auto de un segmento superior, se nota una muy buena posición de manejo y se puede lograr gran confort para la conducción, ya que es posible modificar la altura y la profundidad del volante, que contiene las teclas para audio y cruise control.
La ubicación del panel frontal y de los controles, fáciles de reconocer, aportan en la comodidad, ya que todos están al alcance de la mano, por lo que se pueden accionar, sin tener que sacar la vista del camino, un punto que aporta a la seguridad de la conducción.
En el equipamiento, se destacan los levantavidrios eléctricos en las 4 puertas, cierre centralizado con comando a distancia, espejos exteriores eléctricos, computadora de a bordo con pantalla digital, tapizados y volante de cuero, techo solar eléctrico, equipo de audio completo con Radio AM/FM, reproductor MP3, conectividad con un puerto USB, entrada auxiliar y conexión vía Bluetooth para celulares, entre otros componentes, todo bien dispuesto para lograr una muy lograda comodidad a bordo.
Comportamiento dinámico
Este es otro de los muy buenos ítem de este auto, que al exigirlo, muestra una gran ductilidad, firmeza y suavidad en el interior.
La suspensión, delantera Tipo McPherson y trasera con barra de torsión, absorbe bien las irregularidades del pavimento y permite buena estabilidad, al conducirlo con rapidez por caminos sinuosos, donde muestra una actitud subvirante, aunque solamente cuando se lo lleva al límite.
Siempre recordando que estamos ante un vehículo dedicado al uso familiar, sin pretensiones deportivas, al exigirlo para las pruebas mostró una alta calidad de marcha con un sensato equilibrio entre confort y manejo.
La dirección merece una excelente nota, ya que es rápida y precisa, con una muy buena asistencia, que facilita el manejo en todas las condiciones, pero se destaca mucho más en la conducción urbana y en las maniobras de estacionamiento, donde también sobresale el buen radio de giro.
Al exigirlo para la prueba, el sistema de frenos se mostró algo fatigado rápidamente y, cuando lo exigimos en detenciones de emergencia, se destacó el comportamiento del eje de ruedas, tiradas por el comportamiento nervioso del sector posterior.
Logramos una distancia de frenado, de 100 km/h a cero, cercano a los 40 metros, cifra que podría mejorar, si se pudieran cambiar el tambor de los frenos posteriores, también por discos, como los delanteros. Igualmente el tacto se mostró firme y el sistema ABS, algo rumoroso, sumado a la distribución electrónica de la fuerzas del frenado (EBD), dan confianza por el desempeño final.
En el caso de la versión la LTZ, que es la que probamos, el equipamiento de seguridad consiste, además del ABS mencionado, de airbags delanteros y laterales de cortina, cierre automático de puertas en velocidad (20 km/h), apoyacabezas delanteros regulables en altura, luces antiniebla delanteras, sensores de estacionamiento traseros, sistema de alarma antirrobo, sistema de iluminación Follow me home, entre otros, lo que realmente se ajusta a las necesidades, pero no mucho más.
En definitiva, en este aspecto, el Chevrolet Sonic, muestra una cómoda y apreciable calidad de marcha, donde se puede confiar en el equilibrio entre confort, calidad y conducción
Conclusión
Además de la probada, que tiene un precio de $ 114.540, algo elevado por ser importado y tener que pagar un alto arancel para ingresar al mercado, las demás versiones disponibles en 4 puertas son la LT, a 106.230, y la LTZ AT, a 122.290, con una garantía de 2 años.
En definitiva, el Chevrolet Sonic, conformará a lo que esperan buenas aptitudes en un auto, ya que ofrece notables características, como un valioso diseño exterior, el primordial comportamiento de marcha, el gran desahogo para el conductor y un buen equipamiento, lo que lo coloca en el escalón de los muy competitivos, en este poblado segmento de nuestro mercado.