Sin lugar a duda, desde la aparición en la calles de la Argentina, el Ford Focus, que se produce en la planta de Pacheco, en nuestro país desde 2000, con el cambio de filosofía de diseño en 2008, y ahora, con la segunda etapa de esa ideología Kinetic Desing 2.0 (basada en el movimiento, aunque esté detenido), sobre la nueva plataforma global One Ford (el mismo modelo producido en todo el mundo), ha logrado una notable penetración en el mercado, lo que se demuestra a simple vista en el tránsito.
Además de la confianza tradicional que despierta en los argentinos los autos de la marca del óvalo, este buen resultado en las ventas también se debe a la variada gama de versiones que se ofrece, ya que cuenta con diferentes motores nafteros y carrocerías de cuatro y cinco puertas, con precios que arrancan desde $176.000.
En esta oportunidad, manejamos la versión tricuerpo Titanium AT (el más equipado, con caja automática secuencial de 6 velocidades) provisto con el motor 2.0L Duratec GDI de 170 CV, que es el más potente de la gama.
Hay que destacar que el dibujo exterior este modelo, realizado sobre la segunda plataforma global que se produce en Argentina (la primera fue la de la Ranger), que se vio reformada llegando a un largo, de 4534 mm (+197 mm); un alto, de 1484 (-13 mm); un ancho, de 1823 (-16 mm), y una distancia entre ejes, de 2648 (+8 mm), destacándose un concierto de líneas redondeadas en el sector frontal, con faros de bi-xenón y tecnología LED de circulación diurna, con lo que logra, una estética que le entrega gran personalidad.
El perfil es soberbio, mostrando una verdadera revelación en esta versión, entregando mucho ímpetu y naturalidad, con carrocería alta, dejando las ventanillas más pequeñas y enmarcadas, que muestran los espejos exteriores calefaccionados y del color de la carrocería, fuerte estilo de cuña y una línea que desciende desde los pasarrueda posteriores hasta el sector delantero y otra que se va a la altura de las manijas de las puertas.
Otro detalle para resaltar son las flamantes llantas de aleación de 17” en negro con bordes pulidos, con neumáticos 215/50 R17, entregando, en general, un coeficiente aerodinámico mejorado.
En al sector posterior predomina la tapa plana del baúl, que se puede abrir con comando a distancia, que cae en forma recta, rodeada por los faros envolventes. Al abrirse se revela una capacidad que se ha reducido de la generación anterior, de 526 a 421 litros, aunque sigue ofreciendo el piso plano como para acomodar todo tipo de bultos, y una amplia boca que facilita las maniobras. Abajo del piso cuenta con el auxilio, que lamentablemente, es del tipo temporal, en medida 125/80 R16.
Motor
Lo impulsa el impecable motor Duratec GDI de 2.0 litros con 16 válvulas, que entrega 170 CV/6000 rpm y un torque de 202 Nm/4750 vueltas, con tracción delantera y el debut de la caja automática secuencial Powershift de 6 velocidades, con posibilidad de manejo manual secuencial con una tecla (+ y -, que no es del todo cómoda) en el lateral de la palanca, que muestra una notable agilidad y una elasticidad más que acertada.
Este motor es una novedad por la tecnología de la que dispone, con la que logra el ascenso en la potencia (la anterior era de 145 CV), el flamante método de distribución variable y la renovación del sistema de inyección directa, con el que mejora notablemente las prestaciones.
El único punto objetable es la pereza para reaccionar en quinta y sexta velocidad, donde tarda un poco más para reanimarse, pero esto no es culpa de la elasticidad del motor, sino de un desarrollo largo, en general, de las marchas más altas, ya que al circular a 80 km/h se nota que cae notablemente el régimen de giro, lo que mejora el consumo de combustible. Esto también se destaca en la ruta, ya que circulando a velocidades legales, 130 km/h, el motor va muy relajado, marcando alrededor de 2700/3000 vueltas.
Este propulsor también le otorga al Focus una adecuada velocidad final y un muy buen pique y aceleración con partida detenida. Registró 9,2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, lo que indica que si bien no es un súper deportivo, le sobra para mostrar agilidad y presteza, ya que, por ejemplo, llega al kilómetro, arrancando de 0, en 31 segundos.
El consumo es generoso cuando se lleva el motor a alto régimen, es decir, en forma tranquila y reposada; pero, cuando se lo usa en forma deportiva (opción que el auto acepta sin titubeos, accionando la caja en forma manual, para obtener mejor respuesta), se eleva notablemente, cerca del 40 por ciento. También veremos esto en la ciudad, donde necesita muchos altibajos en las marchas para responder a las aceleraciones, por lo que hay que cuidarse porque gasta alrededor de 11,8 litros para recorrer 100 km, logrando un promedio ciudad, autopista y ruta de de 8,7 litros para los 100 km, con lo que, por el tanque de combustible de 55 litros (poco generoso), puede recorrer más de 660 kilómetros sin tener que detenerse a cargar.
Otra de las mejoras que ha logrado este nuevo Focus es una notable velocidad final, probada en el autódromo, llegando a los 217 km/h. Además, es para resaltar el bajo nivel de rumorosidad (regulando es prácticamente imperceptible), que contribuye en la notable insonorización del habitáculo.
Comportamiento dinámico
Este ítem no muestra cambios, y sigue ofreciendo un aplomo direccional, que evidencia una de las mejores cualidades de este auto. Todo está sustentado en el sistema de suspensiones independientes, donde hubo un arreglo el tren posterior con el sistema Control Blade, que utiliza una sola pieza de acero, reduciendo el peso, y la técnica multi-link , que muestra mejor confort en la conducción, sosteniendo un andar equilibrado tanto en ruta como en ciudad, con un comportamiento dinámico irreprochable, por lo que hay que respaldar lo que la marca indicó en la presentación oficial donde dijo que está pensado para brindar una excelente maniobrabilidad en todo tipo de caminos.
En este buen andar, también está comprometido el sistema de Control de Torque en Curvas (TVC), que va analizando el camino 100 veces por segundo y ajusta la velocidad de cada rueda delantera a fin de mejorar la agilidad al doblar, reduciendo el subviraje.
La dirección asistida, con el sistema EPAS de compensación de tironeo y deriva, es realmente buena ya que mide constantemente los movimientos del volante que hace el conductor y se adapta a los cambios en las condiciones del camino, como inclinación o vientos cruzados, por ejemplo, aunque tiene poco diámetro de giro.
Con toda esta tecnología exhibe un andar muy franco en las rectas de la ruta, donde no muestra movimientos inesperados manteniendo firmeza.
Lo mismo se nota en las curvas rápidas en las que se lo siente muy efectivo. En las condiciones de curvas cerradas, también se notó muy firme, con alguna tendencia al rolido, sobre todo en las contracurvas, aunque se nota que se acomoda rápido y continúa la trayectoria sin ningún otro tipo de sacudidas. Esto lo notamos en el autódromo, donde sobrepasamos el límite de 130, mientras que a velocidades permitidas y en una conducción serena, no se notan los movimientos.
En las pruebas de frenos, cabe destacar que cuenta con discos en las cuatro ruedas, antibloqueo (ABS), distribución electrónica de frenado (EBD) y asistente al frenado de urgencia, respondió sin complicaciones, aun en las frenadas más fuertes, manteniendo en todo momento la línea, aunque con distancias que si bien no son criticables tampoco se destacan, ya que marcamos para detenernos desde los 100 km/h, 40 metros. Eso si, por más que repetimos muchas veces las detenciones, siempre respondió con la máxima eficiencia.
Confort y equipamiento
El nuevo concepto de arcos y líneas curvas basado en el movimiento, mezclando el cuero con sectores símil aluminio, se mantiene en el tablero, la consola frontal, los paneles de las puertas y hasta en las toberas de climatización trapezoidales, logrando, también en el interior, un estilo innovador y muy fresco.
Para destacar es la excelente ubicación y facilidad de uso de todos los comandos, en especial las teclas de los levantavidrios eléctricos (sobre la puerta), lo que no impide seguir mirando el camino para accionarlos.
La posición de manejo es fácil de encontrar, sin importar la talla del conductor, gracias a las múltiples regulaciones de la butaca del conductor y las del volante multifunción, ambas en altura y profundidad.
Justamente, es para resaltar el diseño del volante de cuatro rayos y con mandos fáciles de accionar.
Para subrayar es la nueva pantalla táctil de 8”, de la parte superior del centro de la consola, con sistema Sync desarrollada junto a Microsoft, con varias funciones como el control del equipo de audio Sony, con nueve parlantes, el navegador GPS en 3D y hasta la pantalla de la cámara de marcha atrás, con definiciones útiles para completar la maniobra sin inconvenientes. Sin exagerar es un auto que despunta en tecnología, sobre todo en este segmento; por ejemplo la mayoría de los comandos y funciones se pueden accionar por medio de indicaciones por voz, lo que se realiza en forma realmente sencilla.
El ingreso al interior es fácil ya que el ángulo de apertura de las puertas es muy bueno. Ya adentro, el espacio del interior es generoso, adelante entrega butacas realmente cómodas con múltiples regulaciones, mientras que atrás, donde no hay salidas de aire, ofrece facilidad para acomodarse, con buena altura y un espacio para las piernas, que para los de más de 1,75/1,80, quedará algo más reducida.
La calidad de los materiales y las buenas terminaciones aportan una más que confortable vida a bordo.
El equipamiento es otro de los ítem para destacar, ya que ha agregado componentes de confort, tecnología y seguridad que no estaban en la categoría, sembrando las bases futuras variaciones.
Sin duda, el equipamiento es muy completo y de última generación, sabiendo que la las versiones Titanium (la que probamos), es la más alta de la gama, este nuevo Focus, arranca desde la base con novedades y variedad de elementos.
En el sector de la tecnología, este auto parece una computadora, ya que agrega el nuevo sistema de estacionamiento automático, que luego de accionar una tecla instalada en la consola central para activarlo, calcula el espacio disponible, para luego realizar la maniobra sin la intervención del conductor, que solo debe apretar el pedal de acelerador y freno.
También ofrece climatizador automático bizona delantera, comandos del manejo del celular, del que, incluso, puede leer los mensajes de texto que lleguen.
Cuenta con sensores de estacionamiento delanteros y posteriores, cámara de visión trasera, techo solar eléctrico, sistema de asistencia al arranque en pendientes (HLA), encendido automático de luces y del limpiaparabrisas, sistema de entrada y arranque sin llave, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas, alarma e inmovilizador de motor, espejos exteriores eléctricos y rebatibles, espejo interior antideslumbrante día/noche automático y limpia lava faros, entre una larga lista de componentes.
El sector de la seguridad expone una evolución notable respecto de la generación que reemplaza, mostrando referencia en el segmento; como el sistema de Control de Torque en Curva, que actúa como complemento del Control de Tracción, repartiendo el par entre las ruedas cuando se dobla a altas velocidades. Nuestra unidad contaba con todo el arsenal de elementos de los autos modernos, con la inclusión de los airbags frontales, laterales y de cortina, control de estabilidad y de tracción.
Sobresalen los cinturones de seguridad con pretensores pirotécnicos, las zonas de absorción de energía, las barras de protección lateral, el inmovilizador de motor y el sistema antipinzamiento de las ventanillas.
En el equipamiento se destaca la luz de curva, sistema de ayuda al arranque en pendiente, 5 apoyacabezas regulables en altura, indicador de baja presión de neumáticos, luz de frenado de emergencia (EBL), sistema de alerta pos colisión, anclaje Isofix, e inmovilizador de motor Security Lock, por ejemplo.
Conclusión
El nuevo Ford Focus, en la versión sedan que probamos, se convierte en un auto muy recomendable para el que busca un mediano con un alto nivel de equipamiento, seguridad y tecnología de nivel superior.
La gama arranca con un precio desde los 176.000 pesos, que está muy bien relacionado con el producto, y llega al que manejamos, que es el más provisto y tecnológico, con un precio de 239.000 pesos, que lo notamos algo elevado con la competencia, aunque hay que destacar el equipamiento de última generación, con componentes que los demás no tienen.
Este sedan, que se produce en la planta de Pacheco, en nuestro mercado, ha evolucionado, gracias a la nueva plataforma global, que además de redefinir el diseño, muy logrado y actual, da un salto hacia adelante, mostrando un alto despliegue para nuestro mercado.
