Sin duda, la mayoría de los conductores conocen que el ambiente salitroso de las zonas de la costa es uno de los agentes más corrosivos que hay, pero, por lo general, la mayoría toma pocas precauciones para solucionar o evitar estos inconvenientes, tan nocivos para los vehículos. Para evitar daños en la pintura y prolongar la vida te contamos algunas sugerencias.
El salitre que hay en el ambiente es muy corrosivo, pero no por eso no podremos disfrutar de una buena salida del sol frente al mar, disfrutar de la playa o hasta hacer alguna travesía.
En estas zonas, debemos tener en cuenta tres factores que combinados no le sientan nada bien a la carrocería ni al interior de los vehículos, como el viento; la arena, y la humedad.
Lo mejor es proteger la pintura antes de exponerla a estos agentes, así que no está de más que lavar bien y encerar el vehículo antes de salir de vacaciones a la playa.
En contra
El viento: en si no es perjudicial, pero en las zonas de costa el aire contiene agua salada y arena en suspensión, agentes muy abrasivos para la pintura, los cristales, las cubiertas y, sobre todo, los faros de policarbonato.
La arena: además de llevárnosla con nosotros en la ropa, calzados y pies, está suspendida en el aire. Al estacionar y dejar las ventanillas algo bajas para que no se recaliente el habitáculo, estamos llenando el interior del vehículo de arena.
Humedad salitrosa: el viento que suele abundar en la costa y el romper de las olas contra las playas hacen que el salitre se disperse en el aire de forma abundante.
Para proteger el vehículo de estos daños del mar, la sugerencia es lavarlo con agua abundante para eliminar el salitre.
Luego de disfrutar de un baño en el mar, se puede notar que, al secarse la piel al sol, queda sal sobre ella. Al vehículo le pasa lo mismo, aunque sin necesidad de meterlo en el agua. Cerca de la orilla el ambiente contiene gotas microscópicas de agua de mar que se producen al romper las olas contra la costa y se depositan sobre la carrocería del vehículo.
Además de ser bastante corrosivo, el salitre tiene otro inconveniente y es que los cristales de sal son abrasivos, de modo que si lavamos el coche con una esponja lo que hacemos es rayarlo. La sugerencia es una buena manguereada con agua dulce y un cepillo sin cerdas abrasivas.
Protección de la pintura
No es mala idea tapar el vehículo con una funda, sobre todo si está aluminizada. Además de proteger la pintura de la radiación solar, también se evita que se deposite salitre sobre la carrocería y también se protege el interior y, si se utiliza la cubierta de aluminio, se reduce la temperatura del interior.
Como es lógico, si se va a diario a la playa durante las vacaciones, no es necesario lavarlo todos los días, pero si, una vez por semana y antes de regresar.
Otra precaución que debemos tener es evitar dejar el vehículo con las ventanillas bajas cerca del mar. El ambiente salitroso ataca los plásticos del interior y, peor todavía, es más difícil de eliminar.
Arena
La arena en suspensión en el aire de las zonas de costa es un agente muy abrasivo que estropea la pintura, los cristales y las cubiertas, pero sobre todo, hace que los faros actuales que son de policarbonato pierdan la capa superficial protectora y se deterioren rápidamente.
Cuando se circula por zonas cercanas a las playas y vemos que hay viento y arena es mejor reducir la velocidad para no aumentar la violencia con la que los granos abrasivos golpean la carrocería, además de que la visibilidad se suele reducir.
Así como la arena es un abrasivo al estar suspendida en el aire y rozar la carrocería, también lo es cuando la llevamos en los calzados y con el movimiento frotamos los pies en la alfombra, o cuando nos sentamos en los asientos y la llevamos en las toallas o shorts de baño.
Antes de entrar en el vehículo, debemos eliminar la arena que llevemos con nosotros y sacudir bien las toallas, bolsos y todo lo que hayamos llevado a la playa, para evitar que la arena entre en el vehículo.
Una buena sugerencia es usar fundas para los asientos y alfombrillas para proteger la tapicería del vehículo mientras se esté de vacaciones en la playa.